Y de repente, el debate se convirtió en un momento gozoso para cuatro participantes en el debate al senado, mientras que una, la representante de la “vieja política” buscaba entre sus apuntes como justificar las atrocidades cometidas por el PRI durante 92 años.

El tono socarrón de las palabras de Carolina Viggiano al momento de acusar duraban mientras tenía la palabra, porque después el entrecejo se fruncía en un claro enojo al ver que sus contendientes latigueaban aquel orgullo serrano, propio de las familias acomodadas y que mandan en pueblos enteros.

La pésima organización del INE interrumpió gloriosos momentos en que los reclamos históricos fluían ante la candidata que lleva 30 años viviendo del erario, según la acusaron.

Fluía en el ambiente un raro viento de venganza, en donde todos tenían que decirse y de acusarse, algunos temas producto de la propia campaña que lleva mas de 60 días y otras, de corte personal que tenían que salir.

Entonces, Simey Olvera ocupó la primera posición de izquierda a derecha a quien señaló Viggiano de defensora de un gobierno que está enterrando los logros del priismo; luego estaba Damián Sosa considerado como “cacique educativo”, seguido por Yareli Melo a quien poco hicieron caso; luego estaba ella, la poco aceptada y finalmente Adriana Flores de Movimiento Ciudadano, a quien calificaron de “candidata esquirol”.

En realidad, su cuerpo era frágil para cargar tanto peso histórico y además sobrevivir en una batalla que se convirtió en frontal con al menos tres de los contendientes que buscan un escaño en el Senado.

La falta de defensa del agua, los altos índices de pobreza, los altos índices de corrupción, la ausencia de compromiso con las comunidades y municipios, en fin, fueron muchos los temas que tuvo que enfrentar para sostener el porqué un ciudadano podría votar por ella al frente de la alianza Fuerza y Corazón por Hidalgo. La sonrisa se convertía en mueca y pedía regresar al pasado.

Ya lacónica, gritaba “no vine aquí a defender un hombre” en referencia a su marido Rubén Moreira, actual candidato a diputado plurinominal por Coahuila, y cuando quiso jugar a el “ustedes me entienden” al decirle a Adriana Flores de si todos sabían como había obtenido la beca de la que tanto presumía, le fue como en feria, pues al salir la sororidad entre mujeres para autodefenderse, a ella la reprobaron.

Por momentos, Viggiano, la secretaria general del CEN del PRI exiliada en Hidalgo, se convirtió en eje negativo del debate.

La fortaleza del discurso, al parecer le sirvieron para no arremeter a golpes a sus opositoras, que le echaban en cara un pasado vergonzoso de Hidalgo.

Nimiedades: Gente extraña de Michoacán ya es visible en los eventos de Cipriano Charrez, hay preocupación porque esos mismos cometieron muchas fechorías.

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