Una vez más, la Secretaría de Movilidad y Transporte del Estado de Hidalgo queda en el ojo del huracán tras la tragedia del fin de semana que llenó de luto a dos hogares en Pachuca.

Una camioneta de transporte público que circulaba a exceso de velocidad se impactó de frente contra un tráiler de plataforma sobre el Bulevar Nuevo Hidalgo, este violento choque dejó destrozada la Urvan donde viajaban alrededor de 10 personas, que sin deberla ni temerla sufrieron las consecuencias de la imprudencia e irresponsabilidad de un chofer.

Como suele ocurrir, ambos choferes libraron a la muerte y están detenidos hasta hacer los peritajes y saber quién fue el responsable del choque. Lo más grave, es que dos vidas se perdieron en este “accidente” que bien se pudo haber evitado.

¿Habrá sanciones penales? ¿Se les retirarán sus licencias de manejo?

Ya es una larga, larguísima lista de irregularidades y accidentes en las que se ven involucrados los operadores de las llamadas Combis de pasajeros, pues a diario se les ve violando el reglamento de tránsito al circular a exceso de velocidad, pasarse las luces rojas de los semáforos y hacer paradas en lugares prohibidos.

Las criticas han recaído directamente en Lizbeth Robles, la titular de la Semoth, quien no ha aplicado y no ha sabido aplicar mano dura para meter en cintura a los choferes y concesionarios que han convertido al transporte público en una total anarquía y donde cada quien hace los que les da en gana.

Es tanta la presión que han ejercido los concesionarios de las combis, que ya propia Semoth ha anunciado el inminente aumento en las tarifas para fin de año, por lo que el incremento del pasaje es casi un hecho.

El problema y queja principal que han manifestado los usuarios es que no hay una corresponsabilidad, pues las unidades de transporte siguen en muy mal estado, el servicio es pésimo y la seguridad para viajar deja mucho que desear, donde a veces los resultados son funestos.

La gran pregunta que queda por hacer es: ¿qué hace la Semoth? A diario hay denuncias de accidentes, agresiones de choferes de combis, violaciones del reglamento de tránsito o malos tratos de choferes que rara vez son sancionados y mucho menos les retiran la concesión.

Lo peor de todo es que no solamente las unidades colectivas están involucradas en irregularidades, pues los taxis tienen también su negro historial.

Tal parece que la Semoth tiene muchos pendientes por hacer, capacitaciones, operativos de revisión, seguimiento de accidentes, actualizaciones del padrón. ¿Para cuándo?

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