Este domingo 1 de junio no fue como otros días de verano, el sol fue menos radiante y algunas nubes amenazaban con la lluvia, pero se mantuvo nublado sin lluvias fuertes en gran parte de la entidad.

A escasos 50 metros de la casilla 885 de la colonia Aquiles Serdán, de Pachuca, Angelina Contreras vende flores; intenta hacer un ramo que buscará vender. Hay elección judicial, pero para ella, lo importante es “ganar lo que vamos a comer mañana”.

Una fuga de agua potable corría en dirección hacia donde esperan las urnas. Toda la avenida Emiliano Zapata está mojada. Unas seis personas esperan su turno en la fila para poder recibir sus seis boletas y poder elegir alguno de los cargos del Poder Judicial de la Federación.

Una elección diferente a otras. El ánimo de la señora Angelina y sus rosas parece ser el de un día cotidiano, donde la rutina te obliga a sentarte en tu silla de plástico y luego levantarte y gritar “lleve sus rosas, joven, baratas”; “jugos de naranja, licuados, qué le ofrezco”, gritaba también y no tan alto otra comerciante. Ella tiene las urnas a 15 metros, pero su dedo pulgar no está pintado.

Más de 2 millones 427 mil 673 hidalguenses tenían en sus manos la posibilidad de elegir quiénes serían los próximos impartidores de justicia, “pero es mucho número, seis boletas, no alcanza a conocer uno a todos los candidatos y ni ellos buscaron ganarse el voto”. Gelacio Hernández votó en la casilla ubicada en el fraccionamiento Colosio, en la capital hidalguense donde la actividad parece todo, menos la de una elección.

Una elección entre boletas y flores; el contraste del 1 de junio en Hidalgo | Foto: Luis Soriano
Una elección entre boletas y flores; el contraste del 1 de junio en Hidalgo | Foto: Luis Soriano

El Consejo Local del Instituto Nacional Electoral (INE), anunció que el 100 por ciento de las casillas lograron instalarse, pero los usos y costumbres de los pueblos se hicieron presentes. Yahualica fue el epicentro de las exigencias que pudieron más que un derecho ciudadano.

En la comunidad de Mecatlán, 2 mil 038 habitantes no pudieron participar en la primera elección judicial, pues la casilla de la sección 1587 fue suspendida ante el enojo de los pobladores, pues la presidencia municipal se negó a otorgar más de 4 millones de pesos para otra fiesta, una patronal.

Y luego se sumó Santa Teresa al bloqueo de un derecho. La sección 1598 fue cancelada: otros 4 mil 401 ciudadanos no pudieron expresar su decisión.

En San Javier, en Pachuca, la apatía no se cambió por ánimo e interés. Las urnas abrieron puntual, pero el ritmo de participación se tornó lento, pues cada 30 minutos no ingresaban más de cinco personas. Lo esporádico fue la regla del día, a diferencia de las elecciones de 2024 cuando había filas de personas con la claridad de su voto.

El año pasado, hasta encontrar un estacionamiento representó un conflicto para quienes buscaban un espacio, este domingo, los vehículos también faltaron a la cita.

Desde el inicio de la organización hubo señales de lo que fue la elección judicial: “disminuyen el presupuesto al INE”, “instalarán menos casillas, 2 mil 160”, “bajó el número de casillas especiales”. Y en las casillas, disminuyó también la participación ciudadana.

“Pues tuvimos el valor de sentarnos aquí y recibir a la gente que tuviera interés”, expresó Rosalinda Martínez, una de los 18 mil 557 ciudadanos que aceptaron ser funcionarios de casilla en la elección que intentaría acabar con la corrupción en el sistema judicial, como dicen políticos y funcionarios del partido en el poder.

Entre quienes votaron, entre los que siguieron como si fuera otro día, la elección concluyó a las 18:00 horas. La lluvia también lo intentó, pero no llegó. La primera elección judicial se mantuvo entre una brecha de prioridades, para unos fortalecer el sistema de justicia y para otros continuar con la vida y ganarse el sustento del siguiente día.

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