En el número 203 de la calle Ocampo, justo a una cuadra del Reloj Monumental y frente a la tradicional Churrería López, se encuentra El Regio, una cantina que por casi 100 años ha sido referente de la cocina popular pachuqueña. Con una carta que combina la tradición y la innovación, este icónico salón invita a locales y visitantes a disfrutar de una experiencia donde el sabor y la historia se sirven en cada plato y trago.
Entre los platillos que han perdurado por décadas en la carta, destacan el pescado frito, el caldo de camarón, la torta de asado —considerada por muchos como una de las mejores de la ciudad—, y la pata de res en vinagre, cuya preparación casera y calidad de ingredientes la convierten en un imperdible del lugar.

Pero El Regio también ha sabido renovarse sin perder su esencia. En su menú más reciente destacan opciones como las tulancingueñas, las pescadillas, los camarones panzones —capeados al estilo del pescado tradicional—, y una inusual pero deliciosa torta de milanesa hecha con pierna de cerdo empanizada con pan japonés panko. Otros favoritos del público son el taco de pescado estilo Ensenada, la mayonesa de chipotle casera que lo acompaña, y el fideo seco con albóndigas de pescado, que forma parte de las propuestas más nuevas.
En el apartado de bebidas, la joya de la casa es sin duda la quemadita, una Cuba Libre con una dosis potente de limón en el fondo, cuya peculiar forma de servir ha dividido a los fieles del lugar entre dos bandos: los que la prefieren "separada" y quienes la toman "revuelta". Esta bebida, además de refrescar, se ha convertido en parte de la cultura oral de El Regio.

La barra, atendida por Viky, una bartender reconocida por su simpatía y talento, también ofrece tragos clásicos como el desarmador, el conejo, la sangría y los mojitos, además de cocteles modernos como las lagartijas. Para los días calurosos, la novedad son las granizadas alcohólicas, preparadas con paletas de sabores como mango, tamarindo, piña o frutas tropicales de la Paletería La Fuente, mezcladas con licor y servidas con chamoy en copa escarchada.
El ambiente en El Regio es otro de sus grandes atractivos: mesas entre fotos antiguas, la barra de madera que ha escuchado miles de historias y una clientela diversa que busca buena comida, buenos tragos y una atención cercana.
"Invitamos a todos a que vengan a Salón Regio, a que prueben nuestros platillos tradicionales y las nuevas bebidas, y sobre todo, a que vivan el mejor ambiente de cantina tradicional que hay en Pachuca", expresó con orgullo Enrique Márquez, anfitrión del lugar.
Salón Regio está abierto a todo el público que busque reencontrarse con la cocina popular de Hidalgo, probar algo nuevo o simplemente pasar un buen rato entre tragos, anécdotas y tradición.
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