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En México, cada estado tiene un platillo que lo distingue, es así como Hidalgo presume con orgullo uno de los manjares más representativos de la cocina mexicana: los tacos de barbacoa acompañados de su consomé, una combinación irresistible para locales y visitantes.
Y si de barbacoa hidalguense se trata, el restaurante El Carnerito, ubicado en Tulancingo, se ha ganado un lugar especial entre los mejores del país. Incluso, el propio expresidente Andrés Manuel López Obrador lo ha reconocido públicamente como uno de sus sitios favoritos para comer.

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Una historia que comenzó en un tianguis
El Carnerito nació en 1994 de la mano de Leopoldo Ortiz, quien inició vendiendo barbacoa en un tianguis automotriz de Tulancingo. Tras cinco años de éxito, trasladó el negocio al local donde hoy continúa la tradición familiar.
“Tenemos 26 años aquí. Antes de eso, comenzamos en un tianguis. Ahora trabajamos juntos: mis hijos y mis primos”, compartió Ortiz en una entrevista con el canal La Pejeguía del Buen Comer.
El nombre del restaurante, explicó, fue elegido por simple inspiración: “Opté por llevar el nombre de un borrego”.

Tradición al fuego lento
El local, modesto pero acogedor, se ubica en una esquina de la colonia Felipe Ángeles. No es raro ver filas de comensales esperando su turno para disfrutar de la barbacoa servida en platos sencillos, con tortillas hechas a mano.
La preparación conserva un método ancestral: se utiliza un horno de tierra cubierto con pencas de maguey, donde la carne se cuece con leña durante cerca de 12 horas.
“Comenzamos a trabajar desde el jueves a las nueve de la mañana, tapamos el horno al caer la tarde y lo destapamos al amanecer del viernes”, explicó el dueño. El resultado: una carne tierna, jugosa y un consomé concentrado en sabor, elaborado con los jugos naturales del borrego.
Entre los preferidos de López Obrador, según La Pejeguía del Buen Comer, destacan el cuello y la panza, siempre acompañados de consomé y tortillas recién salidas del comal.

Un comensal distinguido
Durante una de sus giras por Hidalgo, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador visitó El Carnerito junto a su hijo Jesús Ernesto. En un video publicado por él mismo, describió la experiencia como un reconocimiento al buen trabajo familiar y a la cocina tradicional del estado.
“Estamos en la cocina de El Carnerito, en Hidalgo... No quiero herir susceptibilidades, pero esta es de las mejores barbacoas de México. Es exquisita”, expresó el mandatario.
Ortiz recordó con orgullo aquel momento: “Es un honor tener la visita del presidente. Nos ha acompañado ya cuatro o cinco veces; le gusta la barbacoa, el ambiente y la atención”.

Más que barbacoa
Aunque el menú completo no aparece en redes sociales, las imágenes compartidas en Google Maps revelan una oferta que va más allá de la barbacoa: quesadillas, pancita, menudo de borrego en salsa verde y, por supuesto, el tradicional pulque, natural o en curados, además de aguas frescas, cerveza y café.
El Carnerito abre sus puertas de jueves a domingo, de 5:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, en la calle General Felipe Ángeles 101, en Tulancingo.

Más que un restaurante, este rincón se ha convertido en un símbolo del sabor hidalguense, donde cada fin de semana el aroma a maguey y carne cocida a fuego lento sigue escribiendo la historia de una familia y de una tradición mexicana que se resiste al olvido.
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