A partir de los años 60, las juventudes mexicanas iniciaron un largo proceso por la conquista de posiciones en diferentes rubros, desde lo político hasta lo urbano. La presencia de grupos juveniles tuvo que soportar el acoso de distintas agencias de investigación mediante las cuales el Estado mexicano vigilaba, controlaba y reprimía cualquier manifestación social que implicara una posición distinta a la que el gobierno consideraba conveniente. Un claro ejemplo de esto es el acoso que la banda de Los Panchitos sufrió por parte de los Jaguares de la Dirección para la Investigación y Prevención de la Delincuencia (DIPD).
Los Panchitos fue un grupo de jóvenes que habitaban la zona de Tacubaya, en la Ciudad de México, en los años 80. Se caracterizaron por representar las condiciones de marginación en las que se vivía en las orillas de la capital, ante las cuales la única manera de sobrevivir era agruparse como “chavos banda”, que proliferaron en distintas zonas del entonces Distrito Federal.

El origen de la banda se da en la colonia 16 de Septiembre, en la alcaldía Álvaro Obregón. Como casi todos los grupos de jóvenes que se reunían, pesaba sobre ellos una serie de prejuicios que los llevaban a ser rechazados por sus vecinos y, principalmente, por las autoridades. En el caso de Los Panchitos, los señalamientos como jóvenes delincuentes y violentos los puso en la mira de las instituciones de investigación del gobierno mexicano. Tanto la Dirección Federal de Seguridad (DFS) como la Dirección para la Investigación y Prevención de la Delincuencia se convirtieron en perseguidores feroces de los jóvenes de Tacubaya.

Pero la policía no era la única enemiga de Los Panchitos. En los expedientes de la DFS se tiene registro de que la Preparatoria 4 de la Universidad Nacional creó en su interior un grupo de choque denominado la Unión de Vagos Anónimos (UVA), orientado a combatir y desaparecer a los grupos de izquierda dentro de la preparatoria. Los mismos expedientes señalan que dicho grupo se salió de control y en ocasiones golpeaban y robaban a las mismas autoridades de la universidad que los habían creado.
La UVA tuvo diferentes enfrentamientos contra Los Panchitos. Sin embargo, el grupo de choque siempre llevó las de perder. Son varios los reportes en los archivos de la DFS que atestiguan los enfrentamientos y golpizas que los chavos banda propinaron a la UVA, incluso dentro del plantel de la UNAM.

Desafortunadamente, a petición de los vecinos de la zona, que se entrevistaron con el torturador Francisco Sahagún Baca, titular de la DIPD, se señaló la urgencia de que los chavos banda fueran combatidos. Los vecinos los acusaron de ser responsables de actos violentos no solo en la preparatoria, sino también en las secundarias 32 y 198 de la zona, además de mantener bajo un yugo de terror a la comunidad de Tacubaya.
Los Panchitos fueron perseguidos y acorralados por los agentes de la DIPD, la más peligrosa y salvaje de las policías de los años 80. Las fichas informativas mencionan que al menos tres estudiantes de la Escuela Secundaria 21, que eran integrantes de la banda, fueron apresados y desaparecidos por el grupo Jaguar de la Dirección.

Los expedientes mencionan también que la banda de Los Panchitos tenía entre sus integrantes a varios alumnos de la Vocacional 4 que pertenecían al grupo porril de la Federación de Estudiantes Politécnicos (FEP).
De acuerdo con los archivos en poder de Archivos Secretos H, la banda de Los Panchitos tuvo una transición para convertirse en el Bloque Flores Magón, organización de carácter político que aglutinó a varios chavos banda con la intención de no caer en organizaciones de izquierda o derecha, y mantenerse de manera independiente, buscando mejores condiciones de seguridad y empleo en la zona.
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