Durante una conferencia matutina, en el contexto del Buen Fin, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, me lanzó una pregunta que marcó un antes y un después en la historia del turismo nacional:
"¿El Buen Fin es solo para el comercio? ¿Por qué no pensar en promover el turismo para que más mexicanos y mexicanas conozcan su país?"
Esa inquietud no se quedó en el aire. Se convirtió en el punto de partida de una construcción colectiva que, junto con la Secretaría de Turismo, liderada por Josefina Rodríguez Zamora, dio origen a lo que hoy llamamos La Gran Escapada: un movimiento cultural, social y económico que promueve el turismo como herramienta de integración, crecimiento y pertenencia.
Desde sus primeros pasos, La Gran Escapada encontró eco en la Asociación de Secretarios de Turismo, en 28 gobernadoras y gobernadores, en cámaras empresariales, asociaciones, dueños y dueñas de negocio, y comunidades empresariales locales que entendieron una verdad simple pero poderosa: el turismo no debe ser un privilegio; debe ser un derecho compartido. Como hemos dicho desde CONCANACO SERVYTUR: "Cuando el propósito es claro, el territorio se une."
El nombre "La Gran Escapada" nació en una conversación familiar. Alguien dijo: "¿Y si nos damos una escapadita al cine?" y esa expresión —fresca, cercana y profundamente mexicana— encendió la chispa. Así nació La Gran Escapada, diseñada estratégicamente después del reparto de utilidades, permitiendo que millones de familias viajen o adelanten sus compras de viajes sin comprometer su estabilidad financiera.
Pero no bastaba con un buen nombre. Queríamos una identidad visual que reflejara la diversidad y el orgullo nacional. Por eso, convocamos a universidades en un concurso de diseño, y el resultado fue un logotipo vibrante, donde cada símbolo representa la riqueza cultural de nuestros estados. Es un sello de inclusión, creatividad y pertenencia.
Los primeros resultados han sido alentadores: una visibilidad renovada de destinos que antes pasaban desapercibidos, y un impacto directo en la economía de miles de prestadores de servicios turísticos y comercios. Pero más allá de la derrama económica, La Gran Escapada está logrando algo más profundo: reconectar a las personas con su país, su comunidad y sus raíces.
Lo dije entonces y lo reafirmo hoy: "En CONCANACO no venimos a repetir el modelo de siempre. Venimos a representar al 99.8%. Porque ya es hora de que los comercios, los prestadores de servicios y las empresas familiares tengan interlocución, tengan fuerza… y tengan futuro."
Hoy más que nunca, La Gran Escapada nos recuerda que el turismo con propósito puede convertirse en política pública, desarrollo con rostro humano y esperanza que recorre cada rincón de México.
Porque viajar no es solo desplazarse: es reconocernos, es abrazarnos como nación. Y sí, hoy más que nunca, escaparse vale la pena.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL HIDALGO ya está en WhatsApp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.