Además de las adversidades que históricamente ha enfrentado el pueblo hidalguense, también ha padecido la baja rentabilidad de los administradores de sus impuestos y de su futuro, sumando en algunas ocasiones una desmedida ambición en algunos, tal como los inmiscuidos en la llamada Estafa Siniestra.

Fueron más de dos mil millones de pesos lo que se robaron en cuestión de seis meses, con una actuación tan burda que dejó huellas por todos lados. Esto fue un importante signo de una administración sexenal, pues habla de impunidad y cinismo, en primera porque sabían que nadie los investigaría y mucho menos los juzgaría.

Decía Honoré de Balzac que detrás de cada gran fortuna hay un delito, en este caso la ridiculez de un empleado gubernamental –César Mora-- que calzaba zapatos del diario con valor superior a los cien mil pesos o bien que guardaba en su cochera un Lamborghini, nos estaba dando evidencias no de un delito, sino de muchos.

El tamaño de la operación que fue ejecutada desde la Contraloría estatal alcanzó a implicar a unos 200 servidores públicos, algunos por actuación y otros por omisión, pero tendrá que ser llamados por las autoridades judiciales para explicar su grado de participación y responsabilidad criminal.

Y la justificación ante sus superiores, fue que los recursos servirían a las actividades proselitistas de la candidata a gobernadora del Partido Revolucionario Institucional, Carolina Viggiano.

Al respecto, la dirigencia estatal, entonces dirigida por Julio Valera se deslindó diciendo que nunca administraron el dinero de la campaña a gobernador, pues esa tarea fue asignada al equipo de la candidata, sin confirmar si los más de dos mil millones de pesos llegaron a las cuentas del tricolor.

Conforme a las indagaciones criminales que hace la Procuraduría, el esquema utilizado es muy parecido por la Estafa Maestra, que utiliza los recursos para cubrir servicios o pagos a empresas fachada.

Ese esquema en Hidalgo ya tiene el antecedente que implicó a cuatro universidades tecnológicas y a Radio y Televisión de Hidalgo, que aun cuando es pobre y sin ambiciones, si hizo cuentas por más de mil millones de pesos.

En el caso de la Estafa Siniestra fueron invitados al menos 20 presidentes municipales de los cuales aceptaron 16, regularmente los que tenían cuentas pendientes con la ASEH y la Contraloría. Y a cambio de un porcentaje de los recursos extraordinarios que simularían, tendrían la venia para limpiar sus adeudos.

Ya trascurrió el primer año de haberse detectado, ahora viene el recuento de daños y de autores, entre ellos ya se encuentran en la cárcel presidentes municipales, ex funcionarios públicos estatales y municipales, así como órdenes de aprehensión pendientes.

Por salud pública, la cabeza de esos malos funcionarios deberá ser exhibida en la Plaza Juárez, como parte de un ceremonial de iniciación del servicio público dentro de un nuevo régimen.

Nimiedades: Si los recursos de la Estafa Siniestra iban dirigidos para un partido político, según los inculpados, vale preguntar a los destinarios ¿es cierto?

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