En el marco del informe de actividades de la diputada local por Pachuca, Tania Meza Escorza, se presentó la oportunidad de fotografiar a tres mujeres que se perfilan como aspirantes a la candidatura de morena en el 2028.
Es muy aventurado hacer pronósticos desde ahora porque todavía la actual administración se encuentra a la mitad del camino. Pero la imagen deja testimonio de que el partido guinda tiene – al menos – tres perfiles muy altos para competir en la próxima elección de gobernador.
Me refiero a la actual magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo, Rebeca Aladro; la senadora de la república por esta entidad, Simey Olvera; y la nombrada legisladora local, Tania Meza. Ellas aparecen en la foto mandando un mensaje poderoso no solo por su condición de mujeres sino por su capacidad de trabajo y compromiso.
Decía que todavía es temprano para hacer los análisis respectivos de estos tres perfiles. Pero lo que es un hecho es que ese partido tiene muy buenas opciones en caso de que la candidatura sea para una mujer.
En las otras trincheras políticas, salvo Carolina Viggiano en el PRI, parecen escasos los perfiles femeninos.
También hay que decir, que el próximo ejercicio comicial puede tener una duración menor al periodo acostumbrado para hacer efectivo un anhelo de empate de elecciones en el estado de Hidalgo.
Esta iniciativa lleva años tratando de ocurrir pero por una u otra cosa no ha tenido efecto práctico. Cuando finalmente las condiciones estaban dadas un gobernador (Miguel Osorio Chong) consideró conveniente alargar el periodo de los presidentes municipales de tres a cuatro años.
Por ese motivo, no hubo posibilidad de empatar la ley electoral local con lo mandatado en la legislación federal que solo contemplaba la reelección de presidentes municipales en un periodo de tres años. Nuestro caso de excepción no entró en la regla y por ese motivo no tenemos reelección de esos cargos en Hidalgo.
Sea como sea, en el ejercicio comicial local tendremos reelección porque las presidencias regresaron a tres años de administración y porque los legisladores también pueden tener ese privilegio si el electorado los ratifica.
Con estos elementos, lo que ocurra en 2028 será muy importante para los hidalguenses porque no solo estará en juego la renovación de varios cargos sino la continuidad de un proyecto político que tuvo una legitimidad de origen y que tendrá que pasar por las urnas para hacerse de legitimidad en el ejercicio del poder.
Ya se decía que todavía falta mucho, pero desde ahora las piezas se están acomodando para que existan posibilidades entre un universo de mujeres y hombres que pretenden competir en los tiempos de la llamada cuarta transformación.
Vamos a ver que pasa en este último tramo de la actual administración donde seguramente tratarán de consolidar varios proyectos políticos, sociales y económicos que permitan pensar en la continuidad y no en el debut y despedida de morena.
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