Enrique López

La soberbia

Enrique López
02/09/2025 |00:28
Enrique López
Pendiente este autorVer perfil

Hace unos días el PRI realizó un evento en su sede estatal (aquella que debe el predial); donde un legislador local y una senadora rindieron su informe de actividades. Ante un público muy reducido, Carolina Viggiano y Marco Antonio Mendoza hicieron un “corte de caja” sobre el desempeño de su encargo.

Más allá de aquella entrega de resultados, que ojalá sean buenos, lo que llamó la atención fueron todos los elementos cosméticos que adornaron el lugar. Como en los viejos tiempos, la parafernalia tricolor parecía intacta.

Las banderas, los chalecos rojos, los papelitos que caían del cielo, las porras y todo el entusiasmo de antaño se hizo presente como si estuvieran gozando de sus mejores tiempos. Por supuesto que los priístas pueden derrochar entusiasmo en sus eventos, aunque para hacer honestos no queda mucho que celebrar.

Los indicadores nos dicen que quedó muy lejos aquella etapa de bonanza, basta recordar que actualmente tienen un presidente municipal de 84, dos legisladores locales de 30, ningún diputado federal de mayoría y una senadora por primera minoría.

Con estos datos no parece que haya motivos para “echar las campanas al vuelo” pero para ellos eso no tiene importancia. En su ADN se encuentra albergado ese don de grandilocuencia y soberbia por lo que representaron alguna vez, el partido dominante que gobernó por 93 años en la entidad.

Aunado a lo anterior, el zafarrancho que protagonizó hace poco su dirigente nacional Alejandro Moreno donde violentó al presidente del senado, tampoco los abruma demasiado. En ese lamentable hecho también estuvo presente Rubén Moreira quien muy sonriente hizo presencia en Pachuca festejando los informes citados.

Aquella ligereza de los dirigentes nacionales del PRI (Alejandro Moreno como presidente nacional y Viggiano como secretaria), tiene implicaciones peligrosas porque parece haber perdido el sentido común. Se encuentra tan alejada de sus bases que les tiene sin cuidado lo más elemental. Por ejemplo, en su intervención Marco Mendoza fue interrumpido varias veces para gritarle gobernador.

Lo cual hace pensar que en ese partido no hay margen de maniobra. Es decir, todo apunta a que la candidatura del 2028 ya está acordada con el mismo que ahora es presidente del partido y diputado local.

Si esto se concreta, pues todo queda en un puñado de personas que parecen repartir posiciones a los cercanos sin tener el propósito de ampliar la convocatoria a nuevos cuadros o a militantes que tengan trabajo de territorio.

Con esas señales no hay mucho que hacer porque hasta los más orgullosos de la camiseta tricolor dejaron espacios vacíos en el recinto que los vio crecer políticamente. Hablo de los exgobernadores (Manuel Ángel Núñez Soto, Francisco Olvera Ruiz y Miguel Osorio Chong) y algunos referentes de ese partido como José Antonio y Jorge Rojo García de Alba.

Todos los anteriores alejados de la actual cúpula priísta que parece encapsulada en una burbuja que no permite la rotación de liderazgos y, por lo visto, de candidaturas. Vaya escenario complejo para los que todavía quedan en sus filas.

Enrique López Rivera

Te recomendamos