Ante la emergencia que vive Hidalgo tras las fuertes lluvias, se reconoce el heroísmo de los Servidores del Pueblo. Estos funcionarios de campo se están rifando el físico en las zonas más apartadas y de difícil acceso del estado, demostrando un compromiso que va más allá del escritorio. Ante la adversidad, y exponiendo incluso su propia integridad, son ellos quienes garantizan que las despensas y apoyos lleguen a manos de las familias afectadas. Sus vehículos se internan en caminos intransitables y sortean riesgos para llevar y traer ayuda, siendo el vínculo esencial entre el gobierno y las comunidades más vulnerables. Un esfuerzo que merece ser reconocido.
Quien se voló la barda esta semana fue el alcalde del municipio de El Arenal, Jensen Benony Oropeza Pérez, quien, a través de redes sociales, quiso presumir que estaba trabajando en obras de reencarpetamiento, donde fue grabado utilizando una apisonadora. El alcalde no dejó pasar la ocasión para mostrar los callos de sus manos por tanto trabajo pesado y, tal vez, ganarse la simpatía de su gente. Sin embargo, aunque muchos han reconocido su labor, no faltaron otros comentarios que le señalaban que su labor era otra en el ayuntamiento, burlándose del munícipe al que ahora apodan El Calludo.
Luego de que el Partido Acción Nacional anunciara, dentro de su reestructuración, evitar las alianzas con otros partidos, ahora también el Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunció que, desde su localía, se deslindarán de “partidos de derecha y de los dirigentes del pasado”. Con la creación de un bloque nacional de ocho partidos locales, ahora los perredistas dijeron que intentan mantener su presencia en todo el país. Se acabaron todo tipo de alianzas en la política mexicana.
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