Ismael Zambada es símbolo de muerte, monarca en los bajos mundos de la sombría actividad ilícita. Muchos desaparecieron por sus órdenes, enlutando a miles de familias, mientras que millones sufren el flagelo de las adicciones a las drogas que traficó. Este lunes, aceptó el acuerdo que le ofreció la fiscalía yanqui y ante el ampliamente conocido juez Brian Cogan, se declaró culpable. En una breve alocución reveló que: “Durante 50 años he dirigido una gran red criminal... Desde el principio y hasta el momento de mi captura he pagado sobornos a policías, militares y políticos…”.
Pasará el resto de su vida tras las rejas.
A la presidenta Sheinbaum no le preocupa lo que diga el malandrín, el reverso de la moneda es Pam Bondi, abogada general del vecino país, afirmó que es un inobjetable triunfo de las leyes sobre la impunidad. Sí, lastimosamente, aquí peleamos todos los días por sobrevivir en esta jungla del abuso, con reglas ilusorias, entre tanto, allá, sí condenan a los que por acá son intocables, de hecho, los norteamericanos lograron lo que era impensable, arrestar al capo, presentarlo en Corte y castigarlo.
Su detención es el inicio de un evidente reacomodo del que surgirán ‘verdades’ y señalamientos que, seguramente, provocarán la caída de un puñado de poderosos funcionarios, empresarios y miembros de las fuerzas castrenses, lo lamentable es que el alivio venga del extranjero, fruto de la deficiente condición de la imaginaria justicia azteca, tarea con la que históricamente no hemos podido y que ahora se maquila en la tierra de las barras y las estrellas.
Con la extracción y posterior aparición de ‘El Mayo’ en las agencias estadounidenses se desnudó el pobre y lánguido aparato mexicano para la cacería de los factores de violencia que nos azotan, no hay argumento que lo salve de cara a la población hastiada del hampa que tienen como método la trampa, el embuste y la corrupción.
Se avizora la derrota absoluta en una batalla desigual porque está claro que la delincuencia organizada ha permeado sustanciales estratos del sistema ¿cómo pedirle cuentas a quien sirve a los amos del dinero? Es imposible. Como sociedad estamos ajenos a los brutales intereses de la ‘industria’ de los estupefacientes, la trata de blancas, el tráfico de personas, simplemente no significamos, nunca les importamos y nos eliminan cuando les estorbamos. Décadas de autoridades implicadas, de ‘hombres de negocios’ sumidos en riqueza sucia, de investigadores coludidos.
Lo que viene es inédito, a diferencia del ‘Chapo’, Zambada habló, y con ello abrió la enorme cloaca de la obscura cañería, trazando el camino en busca de terroristas disfrazados de bandidos al cobijo de quienes por sus posiciones les brindan seguridad, confort, tranquilidad, simulando guerras o montando falsos operativos. Nada peor que una nación extraviada en las manos de sus enemigos.
Tan solo fueron 44 minutos en los que resumió casi medio siglo de su imperio. Por lo pronto habrá más información que confirmará lo que reclamamos: la existencia de una élite que vive del narco. Oídos sordos de la 4T a la exigencia única, el regreso al sendero de la paz, aunque esta solución llegue del otro lado del Rio Bravo.
Hay festejo en la Casa Blanca, aquí muchos lloran.
Abogado. @VRinconSalas
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