En vísperas de la elección judicial, cuando todo México ha presenciado la violación abierta y flagrante de las leyes que rigen este inédito proceso electoral por los “acordeones” que distribuye Morena, con apoyo y recursos de dependencias federales y gobiernos locales, los únicos que se hacen como que no han visto nada son los consejeros electorales del INE que con su negligencia y complacencia se aprestan a validar una elección viciada desde sus orígenes.
Aun cuando esto lleva meses ocurriendo y en redes sociales y en los medios abundan las imágenes, videos y testimonios de la forma tan burda en que Morena y sus gobiernos se metieron a operar para inducir el voto por candidatos específicos y afines a su movimiento, cuando la ley prohíbe estrictamente la participación de partidos en los comicios judiciales, el instituto electoral se hizo de la vista gorda y hasta la propia presidenta Claudia Sheinbaum minimizó el tema cuando le preguntaron en su mañanera: “Tiene que intervenir los organismos electorales, el INE, el Tribunal Electoral, pero voto libre, secreto y directo. Y también hay listas de la derecha, o sea, quién sabe quién anda haciendo eso”, dijo la mandataria.
Apenas ayer, justo cuando terminaron las campañas y empezó la veda electoral, la consejera del INE, Claudia Zavala, le dio vista a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de la FGR, de dos investigaciones sobre propaganda electoral basada en los “acordeones”. La consejera dice en su petición a la Fiscalía que los simuladores para explicar a la gente cómo votar, creados por el propio instituto, fueron plagiados y utilizados por personas que utilizaron los formatos, colores y números de las boletas formales que se utilizarán en la elección, para elaborar los manuales o “acordeones” para inducir, coaccionar y comprar el voto de electores.
Y ante la actitud lerda y complaciente de las autoridades electorales, ya comenzaron a surgir las primeras denuncias formales sobre la existencia de aparatos partidistas y gubernamentales, financiados con recursos públicos, que están repartiendo los famosos “acordeones” y pagando o condicionando los programas sociales para que sus beneficiarios voten tal como se les indica.
La primera denuncia formal por algo que lleva ya meses sucediendo, fue la que presentó la organización civil Proyecto Justicia Común, que presentó ante el INE una acusación contra el partido Morena y la secretaria del Bienestar del gobierno federal por la divulgación de los acordeones judiciales. En el texto de la denuncia también acusan a Raymundo Chagoya Villanueva, presidente municipal de Oaxaca, de ordenar a empleados del ayuntamiento que entreguen las guías de votación junto con tinacos y dinero en efectivo a cambio del voto; y mencionan además a su jefe de Oficina, Martín Gamboa Guzmán, como coordinador del operativo con el que “amenazan a beneficiarios de programas sociales si no votan por los perfiles que les indican”.
El organismo civil solicita también que el INE actúe contra los Servidores de la Nación de estados como Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México, donde investigaciones periodísticas documentaron el reparto de “acordeones” por parte de estos grupos dependientes de la Secretaría del Bienestar del gobierno federal. En otra parte de su denuncia, mencionan al Sindicato de la Universidad Tecnológica de Morelia, al que acusan de entregar en sus instalaciones de la capital michoacana listas con los candidatos y candidatas por los que deben votar sus agremiados.
Ayer el diario Reforma publicó una denuncia, basada en testimonios anónimos de personas que participaron en centros para “convocar a votar en la elección judicial” instalados en varias alcaldías de la Ciudad de México y que fueron financiados por el partido Morena y por el Gobierno de la Ciudad de México, de acuerdo con los testimonios. En Tlalpan, dice la investigación, ese movimiento fue coordinado por el diputado Alfonso Ramírez Cuellar, vicecoordinador morenista en la Cámara de Diputados, y por Margarito Javier Rosas, exfuncionario de la alcaldía de Tlalpan durante la gestión de la actual presidenta Claudia Sheinbaum.
Convocados desde marzo pasado, los brigadistas a los que se les ofrecieron pagos mensuales de 8 mil pesos, salieron a promover la elección bajo el nombre del Colectivo 1 de junio, y se dedicaban a promover la afiliación y convencer de votar por perfiles afines a Morena, luego les pidieron repartir acordeones y hojas rosas en las que se promovía el apoyo a los candidatos oficialistas. “Sé que todo lo que estamos haciendo no es válido, es un delito porque ningún partido está participando como tal en la elección. Nosotros como Morena sí, no quieren que figure Gobierno Central, Gobierno Federal o Estatal, que sería Gabriela Osorio, pero todos están metidos, todos", dijo una de las personas que labora en la red de centros de promoción.
Seguramente surgirán, como esas, muchas otras denuncias, todas con evidencias y pruebas que en muchos de los casos han sido públicas y descaradas, de la intervención oficial y partidista en esta elección. Pero hasta ahora ni el INE, ni el Tribunal Electoral del Poder Judicial han mostrado interés alguno en aplicar la ley en esta elección a todas luces irregular y han sido omisos a la hora de sancionar las violaciones evidentes que se han cometido a lo largo de todo el proceso.
¿Cambiará en algo la actitud de los consejeros y magistrados de aquí a que se realicen las votaciones y se conozcan los resultados? No hay muchas razones para creer que eso sucederá porque, al igual que la simulación que está en marcha para realizar esta elección y revestirla de un proceso “democrático e histórico”, los dos órganos electorales, hoy sometidos y colonizados por el régimen, terminarán por validar todo el proceso, si acaso aplicando algunas multas y sanciones que serán solo para el expediente.
NOTAS INDISCRETAS…
Dicen que errar es de humanos y el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, se pasó de “humano” cuando hace unos días reprendió y atacó a un reportero del medio local ContraMáscaras cuando éste le preguntó sobre la siembra y el caleo de árboles en una de las avenidas de la capital que estaba realizando su gobierno y específicamente lo cuestionó sobre esa práctica que acababa de ser prohibida en una ley aprobada por los diputados del Congreso local, por considerarla una práctica dañina para los árboles. Sin responderle a la pregunta y claramente ignorando la ley que le citaba el reportero, el gobernador empezó a cuestionar a Sergio Vázquez Hernández, preguntándole si tenía “bases científicas” para afirmar que el caleado era nocivo para los árboles. El periodista le respondía que era lo que decía la ley y que él no la había aprobado, pero Armenta siguió cuestionándolo agresivamente y hasta le preguntó de qué medio era. Pues bien, el error más que humano, soberbio, por parte del gobernador, ayer tuvo que ser reconocido en público y el propio Alejandro Armenta apareció en una conferencia para reconocer que se equivocó no sólo en su actitud hacia el periodista sino en el desconocimiento que mostró de las leyes de su estado. “Debo reconocer que me equivoqué porque una ley se haya hecho, yo soy legislador local y federal, sería incongruente no reconocer que la ley se debe respetar y todos tenemos que respetarla, entonces me equivoqué. Y el área técnico-jurídica va a enviar (al Congreso local) los estudios que demuestran, avalados por el Politécnico y la BUAP, que el caleo, bajo las circunstancias que se deben de hacer, protege a los árboles, para que los legisladores valoren y, de ser científicamente correcto, se proceda a modificar para que el caleo se permita. Mientras la ley señale que está prohibido el caleo, tengo que respetar la ley y no voy a calear árboles. Entonces le ofrezco disculpas al periodista que me preguntó”, dijo el gobernador poblano. Luego se refirió también a la forma en que después le contestó al mismo reportero, que le insistía con sus preguntas, diciéndole “Dios te bendiga” y cogiéndolo del hombro, a lo que el periodista le pidió que no lo tocara. “Tiene razón, yo tengo que ser respetuoso de la proximidad, entonces le ofrezco disculpas también al periodista, por haberlo tocado. Tengo que reconocer porque si yo hablo que los gobernadores no somos faraones, no somos virreyes, no somos señores feudales y que el cargo se acaba, lo tengo que practicar. Así que reconozco y le ofrezco disculpas al periodista y soy gobernador del estado y tengo que respetar la ley, no voy a calear árboles”, reiteró Armenta. Así que sí, como dice el proverbio latín, errar es de humanos, pero reconocer los errores habla de sabiduría pero también de sencillez y humildad, algo que tendrá que aprender sin duda el gobernador de Puebla…Lanzamos el tiro. Capicúa de los dados.
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