Estados Unidos ha confirmado la tarde-noche del sábado lo que el propio Donald Trump calificó como un ataque “muy exitoso” contra objetivos nucleares de Irán, entre otros los muy estratégicos de Fordow, Natanz e Isfahán.

Sobre Fordow, la infraestructura iraní más importante para enriquecer uranio y, eventualmente, construir armamento nuclear, “se lanzó una carga completa de bombas” posteó Trump en su red social, en la que señala que “ahora es el momento de la paz”.

El hecho es que Estados Unidos se involucró ya en una guerra contra Irán y que las consecuencias pueden ser devastadoras si esta crisis escala con las esperadas represalias iraníes y la reacción de otras potencias nucleares como Pakistán, India, Rusia y China

Me tomé la licencia de encabezar esta columna como “Las horas más oscuras”, título de la película británica dirigida por , escrita por Anthony McCarten y protagonizada por el ganador del Oscar .

El filme estrenado en 2017 narra los primeros días de Winston Churchill como primer ministro del Reino Unido (1940) en medio del avance relámpago por Europa de la Alemania de Adolfo Hitler y la inminente invasión del ejército nazi a la isla británica.

Fueron, narra la historia, las oscuras horas del inicio de la Segunda Guerra Mundial que, cinco años y 40 millones de muertos después (1945), terminó con el devastador estallido de dos bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

Pero horas más oscuras que aquellas son las que vive hoy la humanidad ante esta amenaza real de una tercera guerra mundial que parecen soslayar tanto Israel como Irán (éste con capacidades nucleares temidas, más no corroboradas y aquél con disponibilidad probada de ellas), y las potencias atómicas alineadas a uno u otro bando en la guerra que inició el régimen de Tel Aviv y al que de inmediato respondió el de Teherán, con el intercambio de bombardeos durante los pasados ocho días.

Estados Unidos, que en los últimos ochenta años había sido la potencia hegemónica con la fuerza para ordenar los desequilibrios mundiales y evitar la temida conflagración nuclear que hoy se vislumbra en el horizonte, no es más ese fiel de la balanza.

No lo es en el frente mundial donde se ha configurado un nuevo orden multipolar. Tampoco lo es en el frente interno donde su presidente Trump lidia con un repudio social pocas veces visto por sus políticas públicas y por sus titubeantes y no pocas veces contradictorias decisiones. Sí lo es, en cambio, en el frente militar, último recurso que ya mostró está dispuesto a usar para recuperar su hegemonía.

El punto, en este momento, es que Trump finalmente decidió involucrar a su país en una guerra sin contar, hasta donde se sabe, contar con el obligado aval de su Congreso y el respaldo de sus aliados europeos.

El martes pasado (17 de junio), Trump adelantó su regreso a Washington cuando participaba en la cumbre del G7 en Alberta, Canadá. Su argumento fue que la crítica situación del medio oriente demandaba su total atención y presencia en la Casa Blanca. No dijo, sin embargo, que otra de las razones por las que se retiró de la cumbre fue que los países europeos no respaldaban su ultimátum a Irán de acatar un cese al fuego y abandonar totalmente sus proyectos de desarrollo nuclear, de acuerdo con un plazo ´por él mismo marcado que se cumplía el día siguiente (18 de junio).

Por lo visto no era tanta la urgencia y Trump decidió establecer un nuevo plazo de no más de dos semanas para determinar si su aparato militar se sumaba al de Israel para derrotar a Irán, acabar con el gobierno teocrático chiita impuesto hace 46 años por la revolución islámica e instalar en el poder al príncipe heredero del derrocado autócrata Mohamed Reza Pahleví tras sus desmesuras en el poder.

Este ataque estadounidense a la infraestructura de desarrollo nuclear iraní tendrá varias consecuencias: 1. La eventual contaminación radiactiva en la que el accidente de Chernóbil se quedará chiquito; 2. Una posible respuesta nuclear contra Israel ya considerada por Pakistán al que podría contestar la India, su histórico enemigo; y 3. El consecuente uso de los arsenales atómicos de Israel y Estados Unidos, con las eventuales respuestas de Rusia y China.

Fue en este contexto que el sábado se informó, sin fuente oficial que lo confirmara, pero tampoco que lo desmintiera, que bombarderos estadounidenses B2 despegaron de la base militar de Whiteman en Missouri y que volaban sobre el Pacífico en dirección oeste.

Este tipo de aparatos son los únicos capaces de transportar las bombas de casi catorce toneladas, capaces de penetrar hasta los profundos bunkers donde están protegidas las instalaciones nucleares iraníes, como es el caso del principal centro iraní de enriquecimiento de uranio llamado Fordow y ubicado en la provincia de Isfahán, en donde detonaron bombas estadounidenses e israelíes que podrían haber generado desde ya contaminación radiactiva.

También generó todo tipo de especulaciones el que haya aterrizado en la base militar Andrews, cercana a Washington, uno de los Boeing E-4B, conocidos como “aviones del fin del mundo” que funcionan como centro de comando aéreo para emergencias, capaces de resistir ataques nucleares, ciberataques y pulsos electromagnéticos, así como recargar combustible en vuelos hasta de una semana.

Todo esto mientras Trump regresaba a Washington desde Nueva Jersey a última hora de la tarde para coordinar, ahora lo sabemos, el ataque contra Irán; y se conocía la propuesta de representantes republicanos de excluir a México del área de operaciones del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos, lo que lo dejaría fuera de la vigilancia aeroespacial del Pentágono y de recibir protección en caso de un ataque externo.

Versiones todas estas que resultaron ciertas al informarse del ataque estadounidense a Irán.

Son horas muy oscuras porque si la actual crisis lleva al mundo a una tercera guerra mundial que se dirima con armamento nuclear, el género humano, si llega a sobrevivir, peleará su próxima guerra con piedras y palos, de acuerdo con el aterrador vaticinio de Albert Einstein.

Instantáneas:

1. INDOCUMENTADOS GRINGOS. De acuerdo con estimaciones del Colegio de la Frontera Norte, en México viven unos 800 mil estadounidenses, muchos de ellos descendientes de mexicanos. De ese total, unos 250 mil viven aquí sin documentos. De ahí que académicos y activistas cercanos a la problemática migratoria de los mexicanos en Estados Unidos, donde no cesan las redadas contra ellos, planten al gobierno la siguiente iniciativa como respuesta a Trump: realizar aparatosos operativos migratorios con el apoyo de la Guardia Nacional en la colonia Condesa de la CDMX; en Ajijic, Jalisco; en Valle de Bravo, Guanajuato y en Rosarito, Baja California para detener a los gringos sin papeles, trasladarlos a una estación migratoria, ofrecerles ahí café, galletas y una regularización de su estancia en México de manera expedita. Sería como una cachetada con guante blanco. ¿Qué le parece la iniciativa?

2. LITIGIO POR ACCIONES. Esta columna recibió del empresario Pedro G. Fuentes Hinojosa información en la que relata un litigio que sostiene con BBVA. De acuerdo con su escrito, la institución bancaria recibió en mayo pasado un requerimiento notarial para que informe sobre el estatus de las acciones de las que se dice poseedor, así como de los dividendos e intereses que no le han sido pagados. La inversión realizada en los años 90 por Fuentes Hinojosa, cuando éste participaba como consejero del banco en el área metropolitana de la Ciudad de México, es por más de nueve millones de acciones, que están respaldadas por un contrato de intermediación bursátil y estados de cuenta donde se observa la compra de las acciones antes señaladas, documentos originales que están certificados por notario público. Del tema ya se ha informado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de Jesús de la Fuente y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa a los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) a cargo de Oscar Rosado Jiménez. Asimismo, Fuentes Hinojosa presentó un dictamen avalado por un perito entre cuyas conclusiones destaca que los documentos en su poder acreditan la existencia de sus derechos sobre las más de nueve millones acciones y que conforme al propio contrato su vigencia es indefinida. Aun así, la institución que dirige Eduardo Osuna no le reconoce la propiedad accionaria y niega el pago de dividendos. Un actor clave en este caso es el despacho de auditores externos que en aquella época dictaminaba los estados financieros del entonces Grupo Financiero Bancomer. Se trata de la firma internacional PwC, que dirige en México Ana Paula Jiménez, quienes podrían ser citados en caso de que el asunto llegue a tribunales. Ojalá sobre el caso h,aya una pronta respuesta de BBVA.

3. ATEO GRACIAS A DIOS. Primero se confesó ateo en la tribuna parlamentaria de Italia y después se le vio en la audiencia papal programada dentro de la Segunda Conferencia Parlamentaria sobre Diálogo Religioso a la que Gerardo Fernández Noroña asistió como presidente del Senado mexicano. En la salutación al recién elegido papa León XIV coincidió nada más y nada menos que con el expresidente Felipe Calderón, su esposa la diputada Margarita Zavala y un buen número de políticos panistas. ¿Qué caso tenía que en cuestiones tan personales como la fe, Fernández Noroña llamara hipócrita a Calderón? Son las ganas de hacer ruido para jalar reflectores.

4. APOYO A OAXACA. Tras un sobrevuelo por las comunidades afectadas por el huracán “Erick”, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el gobernador de Oaxaca, , acordaron realizar un censo casa por casa en los municipios más afectados de la zona costera del estado. Los municipios incluidos en el censo emergente son: San José Estancia Grande, Santa María Cortijo, Santo Domingo Armenta, Santiago Tapextla, Santa María Huazolotitlán, Santiago Jamiltepec, Pinotepa Nacional, San Juan Bautista Lo de Soto, Santiago Llano Grande, Santiago Tetepec, Villa de Tututepec de Melchor Ocampo y Juchitán. Las secretarías de la Defensa Nacional y la de Marina serán las encargadas de distribuir víveres y agua potable a los damnificados.

5. ATENCIÓN EN GUERRERO. A su vez, la gobernadora de Guerrero Evelyn Salgado acudió a las zonas afectadas por el huracán Erick en la región de la Costa Chica. En la comunidad de Punta Maldonado, en San Nicolás, estuvo la mandataria para conocer de primera mano las necesidades de las familias que sufrieron daños en sus propiedades, por lo que durante el recorrido evaluó los daños en viviendas e infraestructura, e hizo entrega de ayuda humanitaria de manera directa a las familias damnificadas. La mandataria guerrerense informó que fue liberado el tránsito en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, para que el apoyo continúe llegando a quienes más lo necesitan en este momento. Evelyn Salgado también se reunió con alcaldes de los demás municipios afectados, para conocer sus demandas y peticiones para atender a las familias que sufrieron alguna afectación.

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@RaulRodriguezC

raulrodriguezcortes.com.mx

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