En computación cuántica cuando se supera el poder de las computadoras tradicionales se afirma que se ha alcanzado un salto cualitativo y no solo cuantitativo. La innovación disruptiva sugiere que las políticas, herramientas o enfoques utilizados son tan innovadores que transforman las reglas del juego. El gobierno de Donald Trump tiene una “ventaja cuántica” sobre la administración de Claudia Sheinbaum, no en el sentido del significado técnico en física o en computación cuántica, sino como una proyección de imagen de superioridad. El magnate estadounidense se encuentra en medio de una ruptura radical con el pasado transformando las reglas del juego geopolítico y de su relación con México.
Es inocultable la ruta trazada en la Casa Blanca; desde los tiempos de campaña ha sido un relato sostenido y ya como gobierno se avanza en la develación y acciones contra la red de vínculos político-criminales como respuesta a la omisión y resistencia de la Presidenta mexicana para entregar a los responsables del desastre en materia de seguridad, que es una amenaza para los intereses de los Estados Unidos y de la región.
El presidente comenzó con las amenazas creíbles sobre aranceles y las provocaciones retóricas. Narrativa que se subestimó e ignoró en las conferencias mañaneras. Ante esto y ya entrados en el segundo capítulo de la (desgastada) relación bilateral, Trump amaga con retiro de visas, acciones como redadas y deportaciones exprés y en una innegable escalada, el anuncio sobre tres instituciones financieras como lavadoras de dinero ilícito para los cárteles designados como organizaciones terroristas. Nada que se deje a la imaginación. La acción acerca el fuego estadounidense al círculo de Palenque que está siendo monitoreado e investigado.
La ventaja cuántica que mantiene Trump está sostenida por cientos de “dossiers” con investigaciones contra actores mexicanos de diversas esferas presuntamente involucrados en actividades ilícitas como lavado de dinero y colusión con organizaciones criminales para el tráfico de fentanilo, hidrocarburos, etc. La sistemática negligencia de la cuatroté no sólo afecta ya el presente, sino que debilita el futuro institucional de México. La inacción del Estado mexicano cuando debió actuar, está teniendo efectos muy profundos que serán duraderos y difíciles de revertir.
El relato trumpista de un narcoestado mexicano adquiere otra dimensión al estar acompañado de acciones contundentes. Utilizando la idea de esos vínculos como herramienta estratégica para movilizar emociones de su base y asociar el miedo al crimen organizado con la traición interna.
La narrativa de Sheinbaum trasladando la responsabilidad de los fracasos del sexenio pasado no alcanza para detener la embestida estadounidense.
La señal es que Estados Unidos no necesita estabilidad con México para ganar votos sino un conflicto simbólico de un caos que sólo Trump puede contener. El fin de hablar de narcoterrorismo justifica los medios para acciones unilaterales, tratos bilaterales desequilibrados y políticas autoritarias. Es una dominación simbólica reforzada por billones de dólares detrás de la “Big Beautiful Bill” aprobada por el Congreso estadounidense el día de ayer.
Y con ello quedando formalmente consolidada una relación de poder vertical entre México y Estados Unidos donde el combate al crimen organizado deja de ser una estrategia compartida para convertirse en una imposición unilateral.
Lo que será otro golpe de realidad.
@GomezZalce
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