Lo vi con mis propios ojos, como todos, en las redes: No tembló, no parpadeó, ni siquiera se le arrugó la corbata.

Ahí estaba Adán Augusto López, en el Senado, mirando por encima del hombro mientras decía, con ese tonito de quien se piensa aún con fuero celestial: “A mí sus tiznaderas me tienen sin mayor cuidado”.

Y claro, cómo no, si durante muchos años fue intocable, porque Adán no solo fue el operador de confianza de Palacio, fue el amigo, el escudero, el ejecutor por excelencia de Andrés Manuel López Obrador. El hombre que, según los evangelios de la 4T, representaba la “mano firme” de la transformación.

Pero eso ya quedó atrás. Hoy es otra cosa. Hoy, Adán Augusto es un fantasma incómodo que se aparece en medio del nuevo gobierno como un expediente que huele a gasolina huachicoleada, a mucha sangre y sobre todo a traidor y traicionado.

Durante su paso por la gubernatura de Tabasco, La Barredora —brazo del Cártel Jalisco Nueva Generación— se consolidó, creció y se armó hasta los dientes, todo con la venia de su secretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, a quien desde 2019 ya lo tenían fichado como líder del crimen organizado.

¿Y el fiscal de entonces? Jaime Lastra Bastar, hoy diputado de Morena, también tenía cola, pasado hediondo, desde los tiempos de Los Zetas.

Y no hablamos de un grupito corrupto operando en lo oscurito. No, señor.

Hablamos de una red apapachada desde el poder, premiada y blindada, clarito: en Tabasco, Adán era el patrón y en Palacio Nacional tenía la bendición del ex presidente.

Hoy, mientras sus excolaboradores huyen, se esconden o caen uno por uno, Adán sigue ahí, sentado en el Senado, aún con su fuero y aún con mucho poder, menos que el sexenio pasado, pero mucho poder.

Mientras tanto, la presidenta Sheinbaum intenta gobernar con un gabinete medio propio y medio impuesto, con decenas de frentes abiertos y con un movimiento que en muchas ocasiones termina por dejarla sola y el destino del país pendiendo de un hilo.

Llamar “incómodo” a Adán Augusto es quedarse corto. No es un disidente, no es un marginal. Es un estorbo vivo a cualquier intento serio de limpiar la casa. Porque para tocarlo, habría que admitir que todo esto, todo, venía podrido desde el origen.

@LuisCardenasMX

¡EL UNIVERSAL HIDALGO ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News