El próximo sábado arranca en Estados Unidos el Mundial de Clubes 2025. Y mañana, 11 de junio, estaremos justo a un año del inicio de la Copa Mundial de Futbol 2026, que se jugará en Canadá, EU y México. Incluso, se tiene programado que la inauguración del Mundial, el 11 de junio de 2026, sea en la CDMX.
Pero ambos eventos deportivos, el Mundial de Clubes 2025 (que sólo se jugará en Estados Unidos) y el Mundial de 2026 están rodeados de dudas e incertidumbres. Para empezar, dadas las restricciones dictadas desde EU a turistas de más de una docena de países y las redadas contra inmigrantes, habrá menos asistencia potencial a los juegos que en aquel país se celebren. En particular, los latinos, grandes fans del futbol en ese país, parece ser que se están conteniendo en la compra de boletos.
Tan es así que el NYT reveló la semana pasada que la FIFA, a dos semanas de la inauguración del Mundial de Clubes, estaba reduciendo el precio de los boletos, incluyendo el juego inaugural, el 14 de junio, en el estadio Hard Rock entre el Inter de Miami —con Lionel Messi— y el equipo egipcio Al-Ahly. Según el NYT, para el estadio con capacidad de 65 mil personas sólo se habían vendido menos de 20 mil boletos.
Así, entre precios elevados, migrantes asustados por redadas, países vetados y turistas de varios países hostigados, esto se está convirtiendo en un cocktail que afecta al Mundial de Clubes. Los únicos para quienes hay una salvaguarda para poder entrar a EU son los jugadores de los equipos participantes. No para su público.
El tema de los migrantes y el turismo internacional es algo que empieza a pesar sobre el Mundial de 2026. Si bien hasta septiembre se prevé que iniciará la venta de boletos y que, hasta diciembre sabremos las sedes de los 48 equipos que jugarán el Mundial, es un hecho que las actuales condiciones no son óptimas para el turismo futbolero. De hecho, tan sólo para EU se preveían más de 6.5 millones de turistas acudiendo al mundial, y ahora esa cifra es incierta.
En los pasados Mundiales de Rusia y de Qatar hubo disminución de requisitos y salvoconductos para que todos los turistas de todo el mundo pudieran asistir, algo que siempre ha solicitado la FIFA. Por ahora no hay exención alguna en EU.
Además, hay incertidumbre, pues el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha estado en los últimos meses seis veces en eventos con el presidente de EU, Donald Trump, pero no ha visitado de manera oficial a Canadá ni a México. Incluso, a pesar de las invitaciones que se le han hecho desde la mañanera. Quizá la visita que más “ruido” generó fue la de hace un par de semanas, el 14 de mayo, en la que Infantino acompañó a Trump a Qatar para recibir de ese país la estafeta mundialista. Pero al evento no fueron convocados representantes de los otros dos países sede: Canadá y México.
Se desconoce si mañana el gobierno federal hará algún evento para marcar la cuenta regresiva al Mundial de 2026. Quizá pudieron haber hecho algo con temática futbolística en el Zócalo, pero dada las protestas en ese escenario no se pudo construir. Veremos si hay algún otro tipo de acto o mensaje presidencial.
Por parte de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, y el resto de las 15 sedes mundialistas en Norteamérica, se pondrá en funcionamiento el reloj oficial de FIFA con la cuenta regresiva a la inauguración mundialista.
Tristemente, podemos decir que los dos torneos por venir, el de 2025 y el de 2026, están rodeados de incertidumbre y cualquier situación puede suceder. La misma FIFA lo está padeciendo. Ha movido a EU al personal encargado del Mundial 2026 en Canadá y México para reforzar el Mundial de Clubes.
Trump preside el Comité Organizador del Mundial 2026 en su país. Es un evento que mucho le importa y del que presume la obtención de la sede como un logro personal. Valdría la pena que los comités mundialistas de Canadá y México tuvieran, respectivamente, como cabezas, al premier Mark Carney y a la presidenta Sheinbaum. Quizá el futbol ayude a destrabar las tensiones comerciales, migratorias y de seguridad que tanto apremian.
Pero que también se involucren los jefes de Estado puede ser la forma de recomponer la fiesta deportiva más grande del Mundo, que está rodeada de dudas. Por si lo anterior no fuera suficiente, este sábado inicia la Copa Oro, de la Concacaf, con México jugando en… ¡Los Angeles!
Javier Tejado
X: @JTejado
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