Quedan muy pocos días para que se lleve a cabo la consulta sobre la construcción del Parque Ecológico y de Reciclaje en Tula que proyecta el Gobierno Federal a través de la Semarnat.

Se tiene programado que el domingo 14 de diciembre los habitantes de los municipios de Tula, Tlaxcoapan y Atitalaquia decidan sobre la aprobación o cancelación de uno de los proyectos más ambiciosos que ha presentado la presidenta Claudia Sheinbaum como parte del proyecto de Economía Circular.

Este proyecto tiene como objetivo la recuperación ecológica en la región de Tula, y se planea que el parque ecológico se construya en un predio de 683 hectáreas donde se pretendía hacer la refinería Bicentenario en el sexenio de Felipe Calderón.

Pero, ¿qué pasará si la consulta ciudadana rechaza el proyecto del parque? Aunque se han resaltado los beneficios que traerá el parque ecológico a la región de Tula, existen personas, entre ellos agricultores y ejidatarios que se han opuesto airadamente a la creación del proyecto.

Y es que desde muchos años atrás la región de Tula ha sido severamente golpeada por la contaminación industrial sin que sus habitantes hayan sido en su momento escuchados.

La contaminación por quema de residuos de cementeras, el problema de los cuerpos de agua en el río Tula y la presa Endhó, la contaminación de canales y cultivos por residuos de empresas y la propia refinería, también los tiraderos de basura clandestinos y por supuesto las emisiones de las plantas industriales, han provocado que los habitantes no crean en los nuevos proyectos que se presentan.

Algunos activistas y líderes campesinos han alzado la voz en las diferentes reuniones que han sostenido con autoridades de la Semarnat federal, y argumentan que este parque de reciclaje en Tula solamente les traerá más basura.

Una de las protestas más airadas se presentó hace dos meses en la comunidad de Doxey, donde comuneros y vecinos alzaron la voz durante la reunión que sostuvieron con autoridades encabezadas por Alicia Bárcena, titular de Semarnat.

Los habitantes de la región reprocharon que no hubo una convocatoria amplia, además expresaron que el parque podría convertirse en un basurero que afecte su salud, al concentrar residuos de varias zonas del estado.

Alicia Bárcena reconoció que no se ha dado una campaña información como debería, pero aclaró que el interés de la presidenta de México y de la Semarnat es de sanear la región, pues se tiene un rezago muy grande en materia ambiental. También señaló que el plan no representa un basurero, sino una estrategia sustentable y de desarrollo regional y si se va a llevar a cabo la consulta es porque la presidenta busca un acercamiento con las comunidades.

Los reclamos subieron de tono y la reunión se convirtió en un desastre, pues desafortunadamente la secretaria Bárcena perdió la paciencia y declaró que si finalmente la comunidad de Doxey y la de Atitalaquia deciden que no se haga, no se hace. En tono tajante dijo que hay otros estados que se mueren de ganas de que le lleven el parque. “Si ustedes no lo quieren, no lo quieren y punto”.

¿Qué podrá pasar si la consulta dice no al proyecto del parque? En primer lugar habría un traspié en uno de los proyectos más atractivos del gobierno federal, pero además vendría un revés económico para el estado ya que hay muchas inversiones que entrarían a la región lo cual además de la mejora ecológica, también habría mejora económica como la generación de empleos.

La moneda está en el aire y se espera ver si las manifestaciones en contra sean tan solo un pequeño grupo. La consulta está por llegar y se despejarán las dudas.

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