El arquitecto Guillermo Rossell de la Lama, fue un gobernador de Hidalgo, que durante su mandato “vendió” la imagen pública de ser un hombre fuerte, aunque muchas veces no fue así.

Previo a ocupar la titularidad del Ejecutivo estatal, en la década de los ochentas, Rossell fue un político cercano al primer círculo de México en el que se tomaban las decisiones del poder, corrían los años setentas.

A manera de “mea culpa”, aquel poderoso mandatario, alguna vez fue débil, al confesar en reunión privada, su responsabilidad por la extinción de la secretaría de Recursos Hidráulicos, al influir en la decisión del entonces presidente de México, José López Portillo.


“El error fue mío pues no anticipé que cuando se juntan la tierra y el agua producen lodo y eso fue lo que hicimos al desaparecer la secretaría de Recursos Hidráulicos y crear la secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos hicimos lodo”.


La confesión del entonces mandatario, habría ocurrido cuando pidió a reconocido ingeniero, especialista en temas del agua, una urgente asesoría para atender la aguda escases del vital líquido en la capital y otras regiones del estado.

Son al menos cincuenta años de padecer la falta de agua en la zona metropolitana de Pachuca y otros municipios, y aunque algunos mandatarios hicieron algo para paliar el problema, lo cierto es que ninguno instrumentó una solución definitiva.

Hace pocos días, caminé sobre la tierra fangosa y el polvo, de lo que hasta hace unos meses fue la presa de la Estanzuela, enclavada en la montaña hidalguense, donde las captaciones del vital líquido, servían para atenuar la sed de los habitantes de la zona norte de Pachuca.

Por la sequía extrema, el “huachicoleo” de agua, y la sobreexplotación de mantos acuíferos, es que los niveles de la laguna de Tecocomulco, en el Altiplano, se redujeron como nunca jamás había ocurrido.

En junio del año pasado, decidí abrir los micrófonos en mis espacios de radio a pobladores de Metztitlán, que para esos días daban constancia que la laguna que lleva el nombre de ese municipio se había secado; el desvío de afluentes fue una de las causas.

En el congreso del estado, algunos diputados recibieron a los pescadores de Metztitlán, incluso subieron un exhorto a tribuna para que diferentes dependencias públicas resolvieran el tema, exhorto que sirvió para los mismo que sirven los “llamados a misa”.

Ayer mismo, autoridades de Huejutla de Reyes, pidieron declarar al municipio en “estado de emergencia”, los ríos Candelaria y los Hules están en estado crítico, el problema para los pobladores es realmente grave.

En el gobierno encabezado por Julio Menchaca se perforan pozos, mientras que algunos desarrolladores agrupados en la Cámara Nacional de la Industria de la Vivienda (CANADEVI), construyen fosas de captación de aguas pluviales.

En las pasadas campañas políticas, la “bandera” que más alzaron candidatas y candidatos fue precisamente la del agua, hoy habrá que exigir una solución a los que resultaron vencedores.

Sería bueno saber si la doctora Claudia Sheiumbaum, presidenta electa de México, visualiza la posibilidad de integrar al esquema de gobierno, lo que podría ser la “Secretaría del Agua”, pues las condiciones sociales y ambientales del país así lo exigen.


SE LO PONGO POR ESCRITO

En la escuela primaria Fuentes y Bravo de Pachuca, la cisterna se contaminó, por semanas se suspendieron las clases; hay un lío entre padres y directivos, y la SEPH no dice nada, nada.

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