Ahora que la presidenta Sheinbaum ha anunciado que en su conferencia mañanera ofrecerá clases sobre el Fobaproa -al que ubica como el gran robo al pueblo mexicano perpetrado por el expresidente Ernesto Zedillo- vale la pena que incluya la interesante historia de cómo la riqueza de Altagracia Gómez -su principal asesora empresarial- se construyó gracias a las privatizaciones de Salinas de Gortari y el rescate bancario de Zedillo. Y lo denunció en su momento, ni más ni menos que Pablo Gómez, hoy titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. Vaya paradoja.

Altagracia Gómez es la cara más fresca del grupo empresarial que fundó su abuelo y que se volvió gigantesco con su padre. Es presidenta de Promotora Empresarial de Occidente, que aglutina empresas muy conocidas como Minsa y Dina.

El papá de Altagracia, Raymundo Gómez Flores, fue priista y llegó a ser senador. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, él y sus hermanos fueron beneficiados con la privatización de la megaempresa fabricante de camiones Dina. Se las dejaron en 84 millones de dólares. Fue en 1989.

Cuatro años más tarde, Salinas les otorgó un beneficio todavía mayor en el marco de las privatizaciones. A cambio de 140 millones de dólares, se quedaron con Minsa, el gigante del maíz.

La familia Gómez fue beneficiada en al menos tres ocasiones por el famoso Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), el rescate bancario que la presidenta ha señalado que fue un saqueo al pueblo, por 300 millones de dólares.

¿Cómo fue?

Primero, de acuerdo con registros periodísticos de la época, se aprobó el apoyo a Mexicana de Autobuses (MASA), de Raymundo Gómez Flores, para que saldara una deuda de 136 millones de pesos (17 millones de dólares) con Bancomer pagándole con un terreno en Cancún que valía 40% menos.

Segundo, Grupo Estrella Blanca, propiedad de Gómez, fue rescatada con un monto de 1,489 millones de pesos (190 millones de dólares). Se reportó el medios de comunicación que el Comité Central de Crédito del Fobaproa ordenó a Banca Cremi adquirir la deuda.

Y tercero, de acuerdo con la lista de empresarios beneficiados por el Fobaproa, divulgada por el entonces coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Pablo Gómez Álvarez (actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno de la presidenta Sheinbaum), el papá de Altagracia recibió en 1997 un rescate personal de 780 millones de pesos, equivalentes en esos tiempos a 100 millones de dólares.

Así, entre privatizaciones de Salinas y rescates de Zedillo, se consolidó la fortuna que heredó la influyente empresaria mexicana Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial de la presidenta. ¿Saldrá eso en las “clases de Fobaproa” de la doctora Sheinbaum en la mañanera? Podrían llevar a Pablo Gómez a que explicara el caso, salvo que su función sea solamente la de perseguir opositores y críticos del régimen. O armar un debate, y que la empresaria más cercana a la presidenta acuda a defender el Fobaproa que tanto le benefició.

historiasreportero@gmail.com

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