Aquel Pachuca subiendo a Primera División, los partidos del Estadio Revolución viéndolos desde el Cerro de Cubitos de Pachuca, German Corona del Rosal al frente de la administración, con un equipo de fútbol en el que se ponían todas las ganas para jugar, muy lejos de las técnicas de ahora. Gracias a la prensa que sí sabe de esto.

El Pachuca tuvo pocas campañas fructíferas, pero iniciando los 80’s se conformó como un club importante. Así llegó hasta la final de la campaña 1984-1985 como líder general, pero su rival el Irapuato lo derrotó en el mismo estadio Revolución 2-1 (con global de 2-4), los hidalguenses se quedaron en la Segunda División. Al siguiente año, Pachuca nuevamente llegaría hasta la final contra Cobras de Querétaro, pierde el primer juego en La Corregidora 1-0; en la vuelta los Tuzos ganaban pero el árbitro Antonio R. Márquez señaló penal polémico a favor de las Cobras que marcaron para aventajar 2-1, los Tuzos no pudieron empatar; el juego finalizó con la derrota, lo que enfureció la afición local que ocasiono disturbios en las afueras del estadio y en zonas aledañas, además fueron agredidos futbolistas de Cobras, ante lo que consideraron un robo.

Nuevamente en 1990-91 llegarían hasta la final contra Atlante; empatando el juego de ida 2-2, el de vuelta 0-0 y el tercer juego disputado en el estadio Cuauhtémoc de Puebla el 17 de junio, 0-0, los Tuzos caerían en penales 9-8, Tejeda falló en la última tanda y FélixFernández anotó para que los Potros regresaran inmediatamente a la máxima división, cabe destacar que se cobraron 22 penales.

Hoy por los resultados de los triunfos y derrotas y otras del equipo de fútbol Pachuca nos lleva a recordar lo leído en la prensa deportiva y de otra no tanto, encontramos: Las notas: “Si éramos Primer Mundo por decreto económico: qué no podríamos serIo en términos deportivos. No hay triunfo futbolístico sin estabilidad política”

“Ahora, la ruta es otra. El fútbol es negocio por la pobreza económica para las regiones. También es apetitoso campo de interés político. de presunto incremento de simpatía personal. El Presidente no puede estar con los perdedores, el gobernador no puede faltar a la cita con el gol, el edil también echa porras”.

“El fútbol profesional mexicano. Su sistema, sus negocios, sus ídolos, símbolos y uniformes, patrocinios, sorteos de juegos y calendarios; se sustentan un campo de poderío político y económico. Ambivalente y contradictorio encuentro. Mientras el fútbol se empantana en el mercado y se aleja del espíritu deportivo, necesita menos de los políticos. Sin embargo, en los momentos claves, el fútbol, sus organizaciones y dirigentes requieren más de los políticos para salir del atolladero. El fútbol fortalece los sueños: salimos de las crisis, después del gol”.

Muchas son las coincidencias entre lo político, lo económico. lo social, lo deportivo y lo futbolístico, porque unos y otros quehaceres tarde o temprano se cruzan. Es por eso tan injusto pedir un fútbol de primera dentro de un deporte de segunda, sería como el pedir un deporte primermundista en un país tan alejado del primer mundo.

Y así tenemos una afición que en buena parte desconoce el fútbol, el buen fútbol que nos apasionaba en nuestra juventud.

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