El domingo se lleva a cabo la más grande contienda electoral y fiesta nacional de la democracia, con miles de puestos en la jugada, el evento representa una oportunidad crucial para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto, elegimos en Hidalgo a 1,100 ciudadanos que van a dirigir el rumbo de nuestras comunidades y nuestro país, sin embargo, en medio de la celebración democrática, nos enfrentamos a la más grande tomada de pelo que se lleva a cabo por la falta de recursos de los candidatos, estos políticos, en su desesperación por asegurar votos, piden su voto fiado, ofrecen entre dos y cinco mil pesos, y hacen promesas de campaña sobre obras sin la menor idea o respeto por el presupuesto autorizado por su asamblea y el congreso del Estado, y sin considerar la vigilancia de Contraloría y la Auditoría Superior, es como si no cambiara nada.

Durante las elecciones en México, no faltan las historias sobre tácticas sucias que usan algunos candidatos para asegurar su victoria, la compra de votos es bastante directa, los candidatos o sus equipos ofrecen dinero, despensas, materiales de construcción, o cualquier otro bien a cambio de que la gente vote por ellos, en algunos casos, incluso piden que el votante tome una foto de su boleta ya marcada para comprobar que cumplieron con su parte y así recibir el pago.

Es un refrán conocido que “al ojo del amo, engorda el caballo”, y en el contexto electoral, nos recuerda la importancia de ser vigilantes y responsables con nuestro voto, el fenómeno del voto fiado es una muestra de la falta de integridad de algunos candidatos que, incapaces de financiar sus campañas de manera legítima, recurren a métodos ilícitos y engañosos, pedir un voto fiado no es solo una muestra de desesperación, sino un delito que atenta contra la esencia misma de la democracia, si te engañan con el voto fiado, imagina el desenlace.

Las promesas de campaña son a menudo tan abundantes como vacías, muchos candidatos se comprometen a realizar obras sin tener la menor idea de gestión dentro del presupuesto, prometer sin cumplir es una táctica común entre los políticos deshonestos, quienes olvidan que “el que mucho promete, poco cumple”, su comportamiento es una falta de respeto hacia los votantes y una violación de las leyes que regulan las campañas electorales.

El voto del miedo a perder tu trabajo, amistades, contratos a perder los apoyos a sectores vulnerables o el voto del miedo al temor a la delincuencia organizada o simulada para votar por alguien, son situaciones que la ciudadanía valiente debe enfrentar para un futuro mejor.

Nuestro voto es libre y secreto, y debemos ejercerlo con responsabilidad, la integridad de nuestra elección es esencial para el funcionamiento de una democracia sana, participar en el proceso electoral es más que un derecho; es un deber ciudadano, al elegir de manera informada y consciente, contribuimos a una nueva forma de administrar el recurso y de asumir responsabilidades, para asegurar que nuestros líderes sean honestos y competentes.

La tentación de aceptar dinero a cambio de votos puede ser fuerte, pero es esencial recordar que esta práctica solo perpetúa la corrupción y la mala gestión, no al canto de las sirenas de los políticos que ofrecen dinero a cambio de tu voto, recuerda que ninguna autoridad te puede ayudar en caso de que incumplan sus promesas, el voto fiado, es un delito y nadie te asegura que cumplan, son un testimonio de la falta de ética y responsabilidad de los candidatos que las hacen, cuida tu credencial y participa, pero hazlo de manera consciente, rechaza cualquier forma de soborno o manipulación.

Un consejo para todos los ciudadanos: no permitas que te engañen con el voto fiado o el voto del miedo, denuncia cualquier intento de soborno y recuerda que es delito, no te dejes llevar por cuentos chinos, así que, este domingo, asiste y vota, tu voto cuenta y hace la diferencia, hazlo con integridad y responsabilidad, por el futuro de nuestra democracia, de nuestro Hidalgo y nuestro país.

Para combatir estos fraudes, es vital que todos estemos atentos, no basta con ir a votar; hay que estar vigilantes y reportar cualquier actividad sospechosa, organizarse en grupos de observación cerca de las casillas y difundir información sobre estos fraudes puede ayudar a reducir su impacto, además, educarnos y educar a otros es crucial para proteger nuestra democracia.

Finalmente, aunque estas prácticas buscan manipular el proceso electoral, con la participación activa y la vigilancia ciudadana trabajamos para tener elecciones más justas y transparentes.

¡Vamos, participa, México está de fiesta y defiende nuestra democracia!

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