El 8 de marzo no es una fecha común en el calendario, es un grito de resistencia, una advertencia para aquellos que aún piensan que la igualdad es negociable, es el día en que millones de mujeres alrededor del mundo salen a las calles para demostrar que el poder no se mendiga, se toma; que la equidad no es un favor, es un derecho, una fecha que no es para flores y felicitaciones vacías; es una jornada de lucha, de memoria y de exigencia.
Hoy, las mujeres no solo sueñan, hacen que las cosas pasen, conquistan espacios que antes parecían exclusivos para hombres, demuestran que hoy hay presidenta de México, ministras, juezas, científicas y astronautas, en 3 años y medio gobernadora en Hidalgo y ¡ojo! no por 2 años y no a merced de aspirantes que insisten en quitarle hojas al calendario, puede con un pequeño ajuste a la ley ser de 4 y 4 años ó próxima de 6 y luego 2, ¡caray! es tiempo de las mujeres ¡hagámoslo valer!.
Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan, cantó Shakira y con razón, la frase trasciende lo económico es sobre independencia, ambición y libertad, de aquellas que no esperan permiso para ser exitosas; no pierden tiempo en lamentos, convierten cada obstáculo en un peldaño hacia la cima, sin límites cuando hay determinación.
No está muerto quien pelea, y si alguien lo tiene clarito, son las mujeres, la igualdad no llegó por cortesía ni porque alguien la regaló con moñito; se arrancó a pulso, con lucha, con agallas, falta mucho por hacer, todavía hay trabas, ¡claro! brechas salariales, violencia, machismo disfrazado de “es que así fue siempre”, pero ¿qué creen? se les acabó el veinte, hoy las mujeres están al frente de contralorías, gobiernos, empresas, ciencia, deporte, medios y universidades y no llegaron ahí porque “les dieron chance”, se lo ganaron con inteligencia y trabajo.
Ya no hay peros, no hay condiciones, el término iguales es en todo poder, manda quien tiene capacidad, no género, así que acostúmbrense, porque esto no es moda, es justicia.
Mujeres fuertes, mundo fuerte, hoy, las mujeres reescriben la historia, "si te caes siete veces, levántate ocho" y no se cansan de hacerlo a lo largo de la historia, construyen un mundo en el que el éxito no tiene género, donde el liderazgo no es privilegio exclusivo, un mundo en el que, por encima de todo, cada mujer es la heroína de su vida, no la víctima.
México tiene presidenta, Claudia Sheinbaum, ejemplo de determinación y capacidad, elegida sobre sus colegas masculinos, rompe paradigmas establecidos y se faja “a tú por tú” con Donald Trump, en Europa, jóvenes herederas como Isabel de Bélgica, Amalia de los Países Bajos y Leonor de España están destinadas a ocupar tronos que históricamente fueron dominados por hombres, ellas junto con líderes como Margaret Thatcher, las inspiran a continuar la lucha por la igualdad.
Así que abre tus alas, mira hacia arriba, quítate el velo, siente la brisa, suéltate el pelo y vuela a la cima, seguras de que no es moda, no es movimiento de mujeres empoderadas, es poder de la mujer al mundo y en Hidalgo en 3 años y medio tendremos la primera gobernadora le pese a quien le pese; no será marioneta de quienes ya sueñan de forma desesperada con ser gobernador, porque con ella llegarán todas, y que quede asentado “el barrio las respalda”.
La lucha es justa pero tampoco para pasarse de la raya, las calles son testigos de la historia, de las batallas que se vivieron y de las que siguen en pelea; y sí, la iconoclasia feminista tiene su razón de ser, es un grito, de las que no tienen voz, una sacudida para una sociedad que muchas veces parece sorda ante la violencia y la injusticia, pintar consignas, nombrar a las que nos faltan, hacer visible lo que otros quieren ocultar.
No se trata de quedarse callado, ni de pedir permiso para incomodar, ¡faltaba más!, la lucha feminista demuestra que los cambios no llegan con flores es con fuerza y determinación, pero marchen sin política y “sin políticas”, sin hacernos de la vista gorda, porque después cuando es posible, alguien tiene que despintar, restaurar y reparar, y casi siempre ese “alguien” son hombres y mujeres parte del pueblo al que queremos despertar.
El punto es dejar huella sin deteriorar el patrimonio histórico, maneras de protestar sin darle en la torre a la torre del Reloj que nos costó años construir y es un legado en la historia; la verdadera revolución no es la que sacude, es la que transforma; y esa, debe ser tan firme como inteligente.
Como dice Shakira, “las mujeres no lloran, las mujeres facturan”, o Miley Cyrus, “puedo comprar mis propias flores”, el verdadero mensaje va más allá del empoderamiento individual; no es demostrar de qué son capaces, porque eso ya está claro, se trata de construir una sociedad más justa, donde la igualdad sustantiva no sea una aspiración, sino una realidad para todas y todos, donde el valor de cada persona no dependa de su género, sino de su talento y esfuerzo, reducir la ignorancia, erradicar el machismo y transformar la educación desde la infancia es el camino para que el 8 de marzo deje de ser una lucha y se convierta en un recordatorio de lo que logramos juntas y juntos.
Todos en la misma sintonía para una sociedad más justa y equitativa, reconocer que las mujeres no son el sexo débil y que las queremos vivas, lideres, que muevan al mundo hacia un futuro más justo y libre de violencia.
Que el Día para conmemorar a la mujer no sea solo para subir frases bonitas, que sea de reflexión, acción, de echarnos la mano entre hombres y mujeres y de despertar a los que todavía andan con sueño; las mujeres siembran lucha, resistencia y esperanza, y no de esas que se marchitan al día siguiente, de las que prenden fuego y transforman de verdad; aquí no hay excusas, esto es chamba de todos, porque la igualdad sustantiva no es un favor, es un derecho… y que quede claro! el barrio las respalda, porque cuando una avanza, avanzamos todos.
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