En Hidalgo nos ponemos las pilas para no tropezar con las mismas piedras del pasado, en septiembre, 40 despachos de contadores públicos, de dos colegios profesionales del Estado, se van a aventar la chamba de revisar las cuentas de 67 Organismos Descentralizados, sí, con lupa si hace falta: ingresos, gastos, deudas, fondos… todo lo que huela a posible “gato encerrado”.

En cifras y datos de contabilidad se refleja la verdad, los balances cuentan la realidad, con la misión de transparentar el ejercicio del gasto se realizan auditorías externas, la idea no es nada menor, se trata de tener ojos independientes, desde la sociedad, que verifiquen que cada peso cuadre, y ojo, no basta con “no robar”; también hay que cerrar la puerta a la corrupción de una vez por todas.

Los auditores no se eligen al aventón, para llegar, deben estar vigentes en el Padrón de Despachos Auditores Externos, que garantiza que son profesionales con una trayectoria colegial, con estándares de calidad, pertenecientes a un colegio profesional de Contadores Públicos y, además, cumplir en materia de integridad con la Ley General de Responsabilidades Administrativas, en pocas palabras, profesionistas de probada honradez que no le deben favores a nadie; la Contraloría juega el papel de árbitro imparcial, se asegura que todo es con disciplina, legalidad y profesionalismo.

La Contraloría programó un curso virtual destinado a auditores externos, contralores y responsables de organismos para explicar la dinámica, el énfasis y seguimiento del progreso de las auditorías externas, la idea es garantizar la objetividad y la independencia necesaria para que los auditores lleven a cabo sus funciones con libertad, imparcialidad y profesionalismo con el fin de buscar la verdad en los números y revelar los secretos de las cifras con transparencia.

La selección no es un mero trámite, estos despachos firmarán contrato mediante un proceso de invitación a tres y licitación pública, replicamos la normativa de contrataciones públicas que se aplica a nivel federal, así que aquí no hay dedazo ni mano negra; traen sobre la espalda una responsabilidad enorme, dictaminar todo el ejercicio 2025, van a instalarse en los organismos y, aunque quizá no sean los más queridos, sí serán los más necesarios, porque a veces ni los titulares saben que tienen "contadores rompopes" y más vale que se enteren o se pongan al corriente.

El calendario está claro: último día hábil de febrero 2026 se presenta el informe preliminar de observaciones y el 31 de marzo 2026, se da a conocer el Dictamen final, entre esas fechas todavía hay chance de solventar lo que esté con debilidades, pero si se hacen patos, llega lo más temido: el pronunciamiento oficial y lo que quede pendiente, se da vista a los contralores internos quienes tendrán que investigar cómo estuvo cada caso, mi consejo es que no lleguen a ese punto.

Para aquellos municipios que quieran echarle un ojo crítico a su cuenta pública, ahí les va un tip: ya se compartió a los contralores internos de los 84 municipios la lista de contadores certificados que cumplen todos los requisitos para ser contratados como auditores externos, la idea es que vayan a la segura cuando necesiten dictaminar sus cuentas y no caigan en manos de improvisados, al final del día, más vale tener a un profesional con papeles en regla que después llorar por lo que no se revisó a tiempo.

Para acabar pronto, a la corrupción hay que madrugarle, como dice el dicho, “el que quiera azul celeste, que le cueste”, no es momento de echar las campanas al vuelo, pero sí de reconocer que con firmeza, responsabilidad y honestidad se puede avanzar, no hay que aflojar el paso, estamos a la mitad del camino, es tiempo de analizar, rectificar para buenas cuentas para entregar, en el mundo de los números y con afán la auditoría encuentra la verdad.

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