Que todos los veranos sean lluviosos en Hidalgo es algo esperado: el estado está dentro de la región centro de México, influenciada por los vientos húmedos del Golfo de México y los sistemas que suelen formarse en temporada de lluvias, de mayo a septiembre.
Lo que se nota —lluvias más intensas y torrenciales en los últimos años— y que se consideran “atípicas” sí corresponde a un patrón que varios estudios climáticos han documentado:
Por ejemplo: Cambios en la intensidad de la lluvia. Señala el volumen total anual de lluvia en muchas zonas de México no siempre ha aumentado de forma uniforme. Lo que sí ha cambiado es la distribución temporal: periodos secos más largos intercalados con episodios de lluvia mucho más fuerte y concentrada.
Esto se asocia a un aumento en los eventos extremos, con tormentas más intensas en menos tiempo.
También se consideran los Factores climáticos globales y regionales, es decir, el cambio climático provoca un aire más cálido, capaz de retener más vapor de agua, aproximadamente 7% más por cada grado Celsius, lo que se traduce en precipitaciones más intensas cuando el vapor se condensa, dicen estudios.
Además, los Fenómenos como “El Niño/La Niña” modifican los patrones de humedad en México. En algunos veranos, especialmente bajo condiciones de La Niña, hay más nubosidad y tormentas en la Sierra Madre Oriental, donde se encuentra el estado de Hidalgo.
También influye la deforestación y cambios en el uso de suelo locales, lo que representa menos absorción de agua, más escorrentía, y la sensación de lluvias más destructivas.
Un tercer aspecto es el que se refiere a: Efectos visibles en Hidalgo: Inundaciones urbanas más frecuentes en Pachuca, Tulancingo y municipios serranos. Deslizamientos de tierra en zonas de montaña, que antes eran menos comunes. Pérdida de cultivos sensibles a la saturación del suelo.
Y esto lo hemos visto en otras ciudades, cosa también que la infraestructura urbana no aguanta porque no está diseñada para tales precipitaciones, además de la mala calidad de los materiales con que están realizadas las obras.
Sin embargo, se detecta que, en términos técnicos, no es tanto que “llueva más en total”, sino que ahora la lluvia “cae de forma más intensa y concentrada”, lo que agrava riesgos.
Lo cierto es que… tanto en la huasteca como en la sierra, la zona otomí-tepehua, el Valle del Mezquital, el de Tulancingo y Pachuca, las lluvias han sido más intensas y, aunque se esperaban en este verano, no estábamos preparados para el agua que ha caído, principalmente en las zonas urbanas, y que muchos han padecido en sus casas, barrios, o colonias.
Nos encontramos el próximo jueves en otro #LoCiertoEsQue
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