Pareciera un hartazgo intergeneracional el que se vive en México, y se demostró en la marcha Generación Z, el sábado 15, en varios puntos del país. Sin embargo, en la CDMX fue todavía más nutrida y con repercusiones.

Y todavía se anuncia una nueva marcha para este 20 de noviembre. Veremos si, después de hace unos días, hay mayor o menor respuesta.

Falta de seguridad y de medicamentos; corrupción; revocación de mandato; narco gobierno; y hasta el asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan; “no somos bots”: fueron las consignas que más se escucharon de las gargantas de mujeres y hombres de diferentes edades que salieron a las calles para manifestarse como un legítimo derecho en este país.

El símbolo que porta el movimiento es una bandera del Jolly Roger de los Piratas de Sombrero de Paja, que aparece en el manga japonés One Piece. Esta se utiliza para identificar a los Piratas de Sombrero de Paja, quienes a menudo luchan por la liberación de los pueblos oprimidos.

Y se ha manejado en varios países: primero en Asia, y se ha extendido a Europa y ahora a América, para manifestar su inconformidad ante el deterioro del nivel de vida, principalmente entre las y los jóvenes. Sin embargo, en México personas de diferentes generaciones salieron a marchar, ya fuera por la falta de agua en el campo, en la ciudad, los feminicidios, la falta de suministro de medicamentos en el sector salud y más.

Así que no respondió solamente la Generación Z, que reúne a jóvenes entre 13 y 28 años de edad y que nacieron en la era totalmente digital. No, no sólo marcharon personas de esta edad.

En Pachuca se vieron tres marchas: la primera, por la mañana, con muy poca asistencia y con su principal consigna “revocación”, refiriéndose al mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum; la segunda también con poca asistencia; y la nocturna, con mayor convocatoria, mostrando veladoras por la seguridad y en recuerdo a Manzo.

En la CDMX, el bloque negro provocó disturbios afuera del Palacio de Gobierno, que dieron como resultado 120 heridos y 40 detenidos, lo que, se dice, “no era necesario porque el movimiento es pacífico”.

En la ciudad de Puebla, también fue copiosa la marcha, igualmente intergeneracional y de descontento por el gobierno en el poder.

Se dice que si quienes convocaron forman parte de partidos opositores, eso es una cosa; y otra, que hubo infiltrados de otros movimientos, principalmente en la capital del país.

Lo cierto es que este hartazgo intergeneracional existe. Lo vimos en las calles, con consignas, por lo que sí está ocurriendo, como lo decía, con legítimo derecho a la libertad de expresión. Pero permítame hacer una pregunta: ¿Cree usted que sea de un partido político?

¡EL UNIVERSAL HIDALGO ya está en WhatsApp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News