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En un gesto que reflejó unión y compromiso social, transportistas de Cuautepec, Tulancingo, Santiago Tulantepec, Agua Blanca, Metepec, Acatlán y Acaxochitlán reunieron cerca de cuatro toneladas de víveres para apoyar a las familias afectadas por el fenómeno Priscilla en San Bartolo Tutotepec y Huehuetla, municipios que sufrieron severos daños en viviendas y caminos.
La caravana de ayuda partió entre el sonido de motores y el eco de la solidaridad. A bordo de camiones y camionetas repletas de alimentos, agua, ropa y productos de limpieza, los transportistas recorrieron kilómetros de carretera hasta llegar a las comunidades más golpeadas por la contingencia.
“Fue impresionante ver cómo quedaron las casas, los caminos, la tristeza en la gente… pero también su fortaleza”, compartieron concesionarios y choferes al relatar la experiencia. Explicaron que muchas familias perdieron casi todo y que, además de los víveres, ahora enfrentan el reto de reconstruir sus hogares y su vida cotidiana.

Pese al panorama difícil, los transportistas coincidieron en que no basta con una sola entrega. Mencionaron que ya organizan una nueva recaudación, convencidos de que “cuando los hidalguenses se unen, no hay distancia ni obstáculo que impida tender la mano”.
Mientras tanto, el servicio de transporte público en la región comienza a restablecerse de manera gradual, aunque en algunos tramos los daños viales aún limitan la circulación.
Con el corazón en la ruta y la solidaridad como combustible, los transportistas demostraron que, más allá de mover pasajeros o carga, también saben mover esperanza.
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