Estudiantes de la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT), en el estado de Hidalgo, convocaron a un paro de actividades programado para el próximo lunes, en demanda de un entorno educativo libre de acoso, violencia y discriminación.

La decisión de movilizarse surgió luego de un altercado en el que un alumno golpeó a un profesor dentro de un aula, presuntamente harto de los constantes maltratos verbales y psicológicos ejercidos por el docente.

A través de redes sociales, los estudiantes extendieron la convocatoria a toda la comunidad universitaria que haya sido víctima de abusos dentro de la institución, haciendo énfasis en aquellos casos que no fueron atendidos ni resueltos por las autoridades.

“Es momento de hablar. No más abusos”, se lee en el mensaje difundido.

Los jóvenes han hecho públicos diversos señalamientos contra la universidad, acusando a directivos y personal docente de ignorar denuncias previas sobre actos de acoso, intimidación y negligencia. De acuerdo con los inconformes, las quejas se han acumulado a lo largo de los años sin recibir respuesta.

Además, denunciaron la presencia de profesores sin la preparación académica ni pedagógica necesaria, lo que —aseguran— ha deteriorado la calidad educativa. También señalaron a personal administrativo y a otros alumnos como partícipes de actos de hostigamiento.

Respecto al reciente incidente entre el alumno y el profesor, los estudiantes afirmaron que, tras la agresión, fueron confinados en sus salones y se les prohibió grabar o difundir información sobre lo sucedido, en lo que interpretan como un intento por proteger al profesor implicado y evitar que trascendieran los hechos.

“Nosotros no promovemos la violencia, pero la universidad no ha garantizado un espacio seguro ni digno para estudiar”, denunciaron los organizadores del paro. Exigieron la incorporación de personal capacitado, así como transparencia en los procesos internos y atención efectiva a las denuncias por acoso.

Sobre el caso, se informó que la confrontación física fue el resultado de una situación de violencia verbal y psicológica sostenida por parte del docente hacia el alumno, sin que las autoridades académicas intervinieran oportunamente.

Por ahora, el profesor fue separado temporalmente de su cargo, mientras que ambas partes ya acudieron ante la Procuraduría General de Justicia del Estado para que se realicen las investigaciones correspondientes.

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