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En la cordillera del río Calabozo, que cruza por la comunidad de Tamoyon I, en Huautla, se observa un panorama devastador. Poco a poco comienza a llegar la ayuda tras quedar incomunicadas 18 comunidades, luego de que tres puentes —sus principales accesos— colapsaran por la creciente, mientras los caminos quedaron bloqueados por derrumbes.
Del lado de Tamoyon I se reúnen delegados de las comunidades aisladas, en espera de los víveres que comienzan a llegar por parte de ayuntamientos, organizaciones y ciudadanía solidaria. Algunos se alimentan solo con tortillas y chiles en vinagre mientras esperan su turno para recibir apoyo, pero al otro lado del río el hambre es mayor: hay familias que lo perdieron todo.
Los delegados señalaron que la única vía de acceso es por lancha. El alcalde Jorge Alberto Hernández Cortez informó que en total son 41 comunidades afectadas que perdieron sus cultivos, y que la comunidad más golpeada es Tlatzonco, donde 32 familias se quedaron sin vivienda.
Agregó que la mayoría de los pobladores perdió sus cosechas de maíz, frijol, cacahuate, naranja y ajonjolí. En total se reportan 2 mil hectáreas siniestradas y 480 cabezas de ganado perdidas, pues la economía local depende principalmente de la agricultura y la ganadería.
Gerardo, habitante de la comunidad de Terrero, contó que para llegar a su hogar debe caminar una hora, aunque hay comunidades más alejadas donde el trayecto con víveres puede durar hasta tres.
“Aunque tenemos diferencias con otras comunidades, esta vez nuestros vecinos nos han apoyado con despensas”, señaló.
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