De manera paulatina, todos los hospitales generales y regionales de Hidalgo deberán contar con la asistencia de un traductor dentro de las áreas médica y de trabajo social que además de conocer la lengua, también conozcan su cultura, conforme a la población indígena que se atienda, para recibir una atención óptima.
Así lo determinó el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),ante la acción de inconstitucionalidad que fue presentada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a la Ley de Salud del Estado de Hidalgo.
De acuerdo a la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), esta medida fue adoptada para fortalecer en su atención médica a las 362 mil 629 personas mayores de tres años que hablan alguna lengua materna en Hidalgo.
Los traductores que ordena la Suprema Corte, atenderán en Hidalgo a los hablantes del náhuatl, otomí, tepehua, tenek y pame, que son las lenguas detectadas en la entidad.
Conforme al sustento que hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación, plantea que la atención médica no podría ser eficaz sino no es entendido el mal que tiene el paciente y para ello hacen falta traductores.
Esta ley de salud fue impugnada el 27 de abril del año 2021 por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al considerar esa necesidad de mejor entendimiento de la población indígena.
De acuerdo al inventario de infraestructura dedicada a la salud en el Estado de Hidalgo, se encuentran: Hospital General de Actopan, Hospital General de Huichapan, Hospital General del Valle del Mezquital con asiento en Ixmiquilpan; Hospital Integral de Jacala, Hospital Integral Cinta Larga y Hospital Obstétrico de Pachuca.