Integrantes de la Asociación por la Protección de la Tierra y el Bienestar de Epazoyucan reiteraron su preocupación y rechazo frente al megaproyecto del parque fotovoltaico que las autoridades municipales y estatales consideran viable instalar en Epazoyucan y Singuilucan.
La asociación cuestionó la afirmación de las autoridades de que el proyecto no afectará el suelo ni los cultivos de maguey. Señalaron que esta postura contradice la realidad de la región, donde también se siembran nopal, cebada y maíz.
El Plan Municipal de Desarrollo de Epazoyucan reconoce al maguey pulquero y al nopal tunero como cultivos perennes fundamentales para la economía local y que de estos subsisten familias.
Sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Económico estatal sostiene que estas tierras son “infértiles”, cuando en realidad forman parte de un ecosistema vital, que sostiene flora, fauna y ciclos de agua esenciales para la región.
A través de un posicionamiento, la Asociación por la Protección de la Tierra y el Bienestar de Epazoyucan alertó que la conversión de tierras agrícolas a industriales podría implicar un despojo silencioso de recursos naturales y poner en riesgo la cultura tlachiquera, promovida por iniciativas como Pueblo con Sabor.
Además, enfatizaron en que no persiguen fines políticos y que ninguno de sus miembros ostenta cargo público o tiene vinculación con partidos políticos. Su único objetivo es defender el territorio, los recursos naturales y la herencia cultural de la comunidad.
Finalmente, hicieron un llamado a la ciudadanía, colectivos y personas interesadas a sumarse a su causa, promoviendo la defensa del patrimonio de Epazoyucan con diálogo, respeto y convicción.
Con información:Ariana Resendiz
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