Las agresiones entre hombres representan una forma de violencia poco visibilizada, es una parte del machismo que pasa desapercibida y está ligada a normas sociales que impiden reconocer la vulnerabilidad por temor a parecer débiles.
Edwin Gualberto Barrón Calva, profesor de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), señaló que es fundamental promover una comprensión más amplia de este fenómeno para identificar los abusos y combatir los estereotipos de género.
La masculinidad, en este caso, se asocia con la fuerza y control, lo que genera obstáculos para denunciar, debido al miedo a la estigmatización o a la ridiculización.
Para enfrentar esta problemática, el académico universitario destacó la necesidad de promover entornos seguros y así impulsar un cambio cultural e institucional; sin embargo, resulta crucial capacitar a policías, personal de salud y servidores públicos en perspectiva de género, para que así los testimonios masculinos sean reconocidos y validados sin prejuicios.
No poder expresar estas agresiones puede tener consecuencias graves en la salud emocional como: ansiedad, depresión o consumo de sustancias. Además, las heridas emocionales no atendidas pueden generar patrones agresivos que afectan a mujeres, infancias y otros hombres, generando daños colectivos.
El docente mencionó que buscar ayuda es un acto de valentía y autocuidado. Cada testimonio no solo contribuye a romper estereotipos, sino que ayuda a construir masculinidades libres y a transformar las instituciones en espacios realmente protectores.
Con información de Ariana Resendiz