Como una pausa en su militancia dentro del Partido Revolucionario Institucional, justificó su distanciamiento José Antonio Rojo García de Alba del instituto político que por décadas lo cobijó y actualmente está en el límite.
El dirigente expresó que “la reelección de la Dirigencia Nacional, en específico del Presidente Nacional, de la cual me manifesté abierta y firmemente en contra en su momento, motiva esta decisión”.
Si bien reconoció que al PRI le debe mucho y siempre le estará agradecido, también consideró necesario que vuelva a las causas que le dieron origen.
Explicó que retrasó su decisión por agradecimiento al tricolor “donde me formé como político; sin embargo, la causa de esta decisión como ya lo expresé, es la reelección de la dirigencia nacional y en concreto del Presidente Nacional”.
Rojo García de Alba consideró que un dirigente nacional que le resta y no le suma al PRI en resultados electorales y su actual condición política, evidencia claramente que que se sacrifica al partido, así como la esperanza de sus militantes y simpatizantes, de que este pudiera volver a ser “competitivo, vigoroso y renovado”, dijo.
“Como dirigente del PRI propicié y defendí siempre sus triunfos y logros, como militante participé en la construcción de su grandeza, convencido de que nuestro Partido era la mejor opción para Hidalgo y para México”, puntualizó y acotó que esta decisión es política y personal.
Al exdirigente tricolor José Antonio Rojo García de Alba se le ha visto en reuniones de partidos como: Movimiento Ciudadano, el Sol Azteca e incluso con el informe de un legislador del Partido Acción Nacional.
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