En el Parque Cultural Hidalguense, la Navidad se vive de una manera distinta. Entre luces, sonrisas y abrazos infantiles, Santa Claus recibe a decenas de niños que llegan acompañados de sus familias para tomarse una fotografía gratuita y compartir sus deseos navideños. Detrás del tradicional traje rojo se encuentra Marco Antonio López Arrieta, un hombre con albinismo que desde hace 20 años ha hecho de este personaje una herramienta de alegría, inclusión y conciencia social.
Desde el pasado 13 de diciembre, Marco Antonio encarna a Santa Claus como parte de una iniciativa impulsada por el Gobierno de Hidalgo, a través de Oficialía Mayor y el Sistema DIF estatal, que busca acercar las tradiciones navideñas a las familias hidalguenses sin costo alguno, especialmente en un año marcado por afectaciones y la necesidad de apoyar a grupos vulnerables.
Durante su estancia en Pachuca, Santa ha convivido diariamente con niños que llegan con largas listas de regalos, pero también con peticiones que sorprenden y conmueven.
“Hay pequeños que no piden cosas materiales; piden que haya paz, que no haya guerras, que todos puedan comer o que termine la inseguridad”, relató Marco Antonio. “Escuchar eso de un niño te cambia el día”.
Estas peticiones, dice, son las que le recuerdan la importancia del personaje y la responsabilidad que implica representarlo. A pesar del cansancio que generan las largas jornadas, asegura que un abrazo infantil basta para recargar energías.
Marco Antonio López Arrieta no solo personifica a Santa Claus; también es un activista en favor de las personas con discapacidad. Vive con albinismo y ha impulsado diversas iniciativas para visibilizar esta condición, entre ellas la instauración del Día Estatal del Albinismo. Además, ha participado en el Primer Parlamento Nacional de Personas con Discapacidad en el Congreso.
“Combino esta actividad altruista con lo de Santa Claus porque me encanta. Es una forma de demostrar que la inclusión también puede vivirse desde la alegría y las tradiciones”, explicó.
El camino como Santa Claus comenzó de manera inesperada, cuando era estudiante de preparatoria. Un proyecto escolar, un pequeño stand y el apoyo de amigos fueron suficientes para dar inicio a una trayectoria que hoy suma dos décadas.
Desde entonces, Marco Antonio ha caracterizado al personaje en diversas plazas comerciales y espacios públicos del país. Aunque nació en la Ciudad de México y vivió varios años en Tulancingo, actualmente radica en Puebla; sin embargo, cada diciembre su destino final es el mismo: llevar el espíritu navideño a donde se le invite.
La presencia de Santa Claus en el Parque Cultural Hidalguense forma parte de una estrategia que, por tercer año consecutivo, busca ofrecer a las familias un espacio accesible y gratuito para convivir y tomarse la tradicional fotografía. En esta edición, la actividad se trasladó al parque cultural por razones logísticas y de apoyo social.
Santa Claus estará recibiendo a niños de lunes a domingo, en un horario de 16:00 a 21:00 horas, hasta el 25 de diciembre. Posteriormente, del 26 de diciembre al 6 de enero, el espacio será ocupado por los Reyes Magos.
Para Marco Antonio, representar a Santa Claus es mucho más que un trabajo de temporada. Es una responsabilidad social y cultural.
“Es un ejemplo de que las tradiciones siguen vivas y de que todavía estamos a tiempo de rescatarlas”, afirmó.
En estas fechas, donde la esperanza suele ponerse a prueba, Santa Claus no solo reparte sonrisa, también recuerda que la inclusión, la empatía y la solidaridad pueden convertirse en el mejor regalo navideño.
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