Ubicado en el semidesierto hidalguense, el balneario Maguey Blanco se posiciona como uno de los destinos más completos para quienes buscan disfrutar del agua, la naturaleza y la cultura regional. Enclavado en el Valle del Mezquital, este sitio ofrece opciones para todos los gustos, desde momentos de relajación hasta experiencias llenas de adrenalina.
Su principal atractivo son las aguas termales cristalinas que brotan del subsuelo a una temperatura constante de 30 °C, ideales para liberar el estrés y disfrutar de sus propiedades terapéuticas. Pero la calma no es lo único que aquí se encuentra: quienes buscan emociones fuertes pueden lanzarse desde el Koko Extremo, un tobogán de 30 metros de alto y 100 metros de largo que pone a prueba la valentía de sus visitantes.
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Además del tobogán, Maguey Blanco cuenta con albercas, chapoteaderos, pozas naturales, un río que atraviesa parte del balneario y una zona acuática infantil, lo que lo convierte en una excelente opción para familias. Todo esto, enmarcado por el paisaje de mezquites y magueyes que dan nombre al lugar.
El simpático cocodrilo Koko es la mascota oficial y recibe a los visitantes promoviendo la conciencia ambiental y el respeto por el agua, uno de los recursos más valiosos de la región.
El acceso general al balneario tiene un costo de $150 MXN por persona. Los adultos mayores con credencial del INSEN o INAPAM pagan solo $75 MXN. Niños que superan el metro de estatura también deben pagar entrada. Hay descuentos especiales para grupos mayores a 45 personas, y la entrada es válida por día.
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Entre los servicios disponibles se encuentran:
Para quienes deseen prolongar su estancia, Maguey Blanco ofrece tres modalidades de hospedaje:
El balneario se localiza en el pueblo de Maguey Blanco, una comunidad con encanto que preserva su historia y tradiciones. Destaca la Parroquia de San Francisco de Asís, del siglo XVIII, de estilo barroco y punto de encuentro durante las fiestas patronales.
En cuanto a gastronomía, los visitantes pueden disfrutar platillos típicos como la barbacoa tradicional, el ximbo, tortillas recién hechas, curados de pulque y nieves artesanales. Los fines de semana, las cocinas familiares abren sus puertas para ofrecer lo mejor de su sazón en un ambiente cálido y auténtico.
El balneario abre todos los días de 8:00 a.m. a 6:00 p.m. Desde Pachuca, el viaje dura aproximadamente dos horas en automóvil. Una vez en Ixmiquilpan, basta con seguir la señalización hacia el parque, ubicado a solo 10 minutos del centro.
Maguey Blanco es mucho más que un centro acuático: es un espacio donde el descanso, la diversión y las tradiciones locales conviven armoniosamente. Una experiencia bajo el sol del Valle del Mezquital.
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