En la Huasteca hidalguense sobrevive un platillo que combina la sabiduría ancestral con la sencillez de los ingredientes: los huevos enhojados. Este desayuno típico de los pueblos originarios destaca por su sabor único y su bajo contenido calórico, lo que lo convierte en una opción deliciosa y saludable.
Pese a lo que podría sugerir su nombre, los huevos enhojados no tienen nada que ver con el enojo. Su denominación proviene del modo en que se preparan: cocidos cuidadosamente dentro de una hoja de plátano.
Según la tradición oral de la región, esta receta nació de la necesidad de cocinar los huevos sin grasa o aceite. En tiempos en que los sartenes de barro o lámina hacían que el alimento se pegara, las cocineras huastecas encontraron una ingeniosa solución: envolver los huevos en hoja de plátano y colocarlos al fuego. El resultado fue un platillo que conserva la suavidad del huevo, adquiere un toque ahumado y un delicado aroma vegetal.
Al igual que en los tamales, la hoja de plátano cumple un papel esencial al aportar ese sabor característico que conquista el paladar. Los huevos enhojados suelen servirse acompañados de frijoles refritos, una salsa de molcajete y, por supuesto, tortillas recién hechas a mano.
Aunque su origen se encuentra en Hidalgo, este manjar también es común en otras regiones del país como Oaxaca, Puebla, Veracruz y San Luis Potosí, donde cada comunidad le imprime su toque particular.
Hierve los jitomates junto con los chiles. Una vez listos, licúalos con el ajo, la cebolla y una pizca de sal para obtener una salsa sabrosa. Aparte, pasa las hojas de plátano por el comal para suavizarlas y coloca sobre cada una dos huevos con sal al gusto. Envuelve y cocina a fuego medio hasta alcanzar el punto de cocción deseado.
Finalmente, abre las hojas, sirve los huevos y añade la salsa encima. El resultado es un desayuno tradicional, ligero y lleno de historia.
¿Te animas a saborear la tradición? La próxima vez que visites la Huasteca hidalguense, busca los huevos enhojados y disfruta de un platillo que encierra el sabor del campo y la creatividad de sus cocineras.
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