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La Secretaría de Turismo de Hidalgo fue el escenario donde se dieron a conocer los preparativos para la conmemoración del 489 aniversario de la charrería en Tepeapulco, municipio reconocido como un punto clave en la génesis y consolidación de esta tradición mexicana.
Durante la conferencia, instancias estatales y municipales, junto con representantes del gremio charro, recordaron que la charrería no solo ostenta el título de Deporte Nacional, sino que además está inscrita por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, distinción que subraya la responsabilidad de preservar sus valores y difundirla a nivel internacional.
Un territorio ligado al origen de las prácticas ecuestres en México
Tepeapulco fue en su momento el sitio donde el primer virrey de la Nueva España promulgó las Ordenanzas de la Mesta, documento que dio origen al primer herradero formal para el marcado del ganado. Este hecho histórico es considerado el antecedente directo de las prácticas ecuestres que posteriormente derivaron en la charrería.
La región también mantiene un vínculo profundo con las haciendas pulqueras de San Jerónimo y San Bartolomé de Tepetates, espacios donde se consolidó la cultura ganadera y las destrezas a caballo que hoy integran este emblemático deporte mexicano.
Visiones que fortalecen un legado vivo
José Antonio Cortés Hernández, juez oficial de la Federación Mexicana de Charrería, destacó el carácter formativo de esta práctica:“La charrería es disciplina, técnica, respeto por el caballo y un profundo sentido de identidad”.
El investigador Alfonso Reséndiz Núñez resaltó el papel histórico del municipio:“Aquí nació una de las expresiones culturales más importantes del país; preservar esta historia es fundamental”.
A su vez, Fernando Castillo, presidente de la Asociación de Charros de Tepeapulco, enfatizó la participación comunitaria que mantiene vigente esta tradición:“Cada familia charra aporta para que este legado continúe fortaleciéndose”.
Los testimonios del charro Evaristo Castillo y de Fany Rodríguez, integrante de una escaramuza, coincidieron en el valor emocional de esta práctica:“La charrería no es solo un deporte; es amor por nuestras raíces, somos parte fundamental de este legado y seguiremos preservándolo con dedicación”.
Celebración con actividades regionales y proyección turística
Los integrantes del presídium coincidieron en que la charrería representa una herencia transmitida de generación en generación y que su impacto rebasa lo cultural: une familias, fortalece el tejido social y dinamiza la economía mediante el turismo, el comercio y el trabajo de artesanos y ganaderos.
Como parte de la Feria Patronal en honor al Padre Jesús, que se celebrará del 4 al 11 de enero de 2026, se realizarán actividades conmemorativas del aniversario, entre ellas circuitos de ternas y jineteadas, competencias de colas (coleadero) y eventos en distintas sedes regionales, ya confirmadas Tepeapulco, Querétaro, Puebla, Toluca y el Estado de México.
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