La Selección Mexicana cumplió con la misión: derrotó a Surinam y se quedó, por ahora, con el primer lugar del grupo. Gana, pero… El triunfo no es suficiente, el triunfo no tranquiliza. A pesar de que el cuadro sudamericano ha mejorado, que tiene un plantel lleno de europeos, no era para evidenciar de esta forma al cuadro de Javier Aguirre.
El Tricolor volvió a dar un paso hacia atrás. Volvió a mostrar falta de imaginación para romper las defensas a ultranza, y aunque la victoria nunca estuvo en peligro, se sufrió demasiado para lograrla.
Los primeros ocho minutos del cuadro nacional ilusionaron. Se jugó dentro del área de Surinam, se robaron pelotas en la salida. Mas sólo fue cuestión de que el rival se asentara para acabar con todo.
Aguirre probó con una nueva pareja en el ataque: Julián Quiñones y Raúl Jiménez que no se entendieron, no combinaron. Cada quien jugó para sí mismo, mientras Alexis Vega naufragaba en la intrascendencia y ni qué decir de Roberto Alvarado.
Hasta el segundo tiempo cambió el marcador, no la tónica del juego. Gracias a la pelota parada César Montes anotó con la cabeza para por fin abrir la muralla (57’). Minutos después el Cachorro refrendó su momento goleador y anotó el segundo (63’).
Victoria y liderato del grupo, el cual se jugará el próximo domingo ante la Costa Rica de Miguel Herrera, un juego en donde se debe mejorar, porque ganar no es suficiente.